Habría caído en hostigamiento

Imagen Jheins Javier Rodriguez Matiz, milita

IBAGUÉ. Como un joven alegre y que ayudaba a su familia fue recordado Jheins Javier Rodríguez Matiz, el militar tolimense que fue asesinado en el Ipiales, Nariño, donde había llegado hace pocos meses, luego de ascender al grado de cabo segundo.
De acuerdo con familiares de Rodríguez Matiz, el deceso se presentó el lunes en la tarde, y desde entonces hasta ayer no habían tenido ningún apoyo sicológico por parte de las Fuerzas Militares.
“Llamaron a la mamá, que había caído en un emboscada con el ELN, y que no lo podían sacar del área porque el clima y el terreno no lo permitían”, señaló Kerly García, prima del cabo segundo.
Y agregó: “Hasta el martes lo evacuaron y vienen viajando (ayer) por tierra. Para él no hubo transporte aéreo. Lo que se ha hecho es porque gente conocida nos ha ayudado al traslado. El Ejército no se ha conmovido. Hay mucha negligencia”.
Entre tanto Diana Montealegre, otra de las primas, aseveró: “Nos enviaron por Internet las imágenes de los cofres para escoger, y cuando se envió la razón de uno determinado dijeron que no se podía porque ese era para oficiales. Con el lugar de la inhumación fue igual. No entendemos porqué no hay servicio en Los Olivos, y toca en el San Bonifacio”.
Los parientes esperaban ayer el cuerpo para rendirle honores en la casa materna, ubicada en la calle 26 número 2-63 del barrio Las Ferias.

Familia. Jheins Javier Rodríguez Matiz vivía en Las Ferias junto con su abuela, mamá y tres hermanos: “Él era el mayor y estaba muy pendiente de todos. Era el motor de esta casa, y siempre nos regalaba sonrisas”, narró César Augusto Matiz, uno de los tíos.
El joven ingresó a las Fuerzas Militares a los 17 años de edad, en total completó cinco de estar en la carrera castrense.

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