IBAGUÉ. Inició la investigación: El comandante de la Unidad de la Sijín de la Policía del Tolima, sus hombres y el CTI empezaron las indagaciones, aunque al principio no fue sencillo debido a la zozobra entre las personas por la presencia de la guerrilla.
Ofrecieron una recompensa de hasta 50 millones de pesos y así empezaron a llegar entre 15 y 20 testigos. Hicieron un filtro y en la noche del domingo ya tenían un retrato hablado del homicida. Poco a poco fueron recibiendo datos por las fuentes humanas y 12 días después ya tenían un nombre: José David Sánchez Méndez, de 22 años, residente en la vereda Escobal, en el corregimiento San José de Las Hermosas.
La indagaciones ya iban en un 80 por ciento, pero para tener el 100 faltaba la orden de captura (el 12 de febrero de 2015 un Juez ordenó la detención) y hacerla efectiva.
Inteligencia. En una interceptación hablan ‘Adriana’ de la cuadrilla de ‘Armando Pipas’ y alias ‘Nayibe’, de la cuadrilla de ‘Veneno’ o ‘Maicol’, tercer cabecilla del Frente 21 de las Farc. En esa conversación le atribuyen la muerte a ‘Bicho’; eso fue el 12 de noviembre y así lo narró el Fiscal Segundo Especializado en diligencia judicial.
Con esa información confirmaron que las Farc estaba detrás del doble crímen.
La tecnología. Por informaciones de inteligencia supieron que ‘Bicho’ tenía 10 ‘sim card’ las cuales cambiaba para hacer las llamadas, pero lograron tener un número en especial para poder ubicarlo. El delincuente se fue de Chaparral pero en Navidad regresó a su casa a ver a su padre y abuela.
La fuente alertó a los investigadores que debían actuar rápido, antes de que su objetivo se fuera de la zona.
El gran golpe. El gusto por los gallos llevó a que Sánchez Méndez, el pasado sábado, fuera a la gallera ‘El Estanco’ en la vereda El Salado. Sabían que era una persona muy astuta y al primer paso en falso lo perdían.
Desde Chaparral hasta el sitio donde estaba ‘Bicho’ hay entre dos a tres horas en carro, por lo que con el apoyo del Ejército llegaron en un helicóptero Black Hawk.
La hora cero. Antes de iniciar, el oficial en cargado de la Sijín de la Policía del Tolima, dijo: “Dios mío ayúdanos”. Ellos sabían que podría haber una reacción y a las 3:00 de la mañana inició todo la operación y una hora después ya tenían ubicado a ‘Bicho’ y a las 8:00 a.m., lograron lo que buscaban tres meses atrás. Sánchez Méndez era requerido por tres delitos, homicidio agravado con fines terroristas, rebelión y hurto calificado y agravado por el arma de fuego.
Muerte de militares. El coronel Victor Rojas, comandante de la Policía del Tolima, manifestó que además se le investiga por el asesinato del cabo segundo Héctor Simón Bolívar Palacios y el soldado profesional José Quiroga Díaz. Los hechos fueron cuatro días después del ataque contra los policías.
Desmovilizado. Una de las claves para poder llegar a ‘Bicho’ fue el testimonio de un ex integrante de la guerrilla de las Farc quien dijo que el homicida tenía vínculos con mandos del Frente 21.
Hechos. A las 12:30 de la medianoche del 8 de noviembre de 2014, los patrulleros Juan Pablo Forero Caicedo y Pedro Luis Saavedra Castro llegaron a atender una supuesta riña a la gallera del barrio Rosario alto. No encontraron nada y decidieron irse del lugar donde ambos fueron víctimas de un atentado por un sólo hombre. Inicialmente pensaron que era delincuencia común o guerrilla.
Policías asesinados. Juan Pablo Forero llevaba ocho años en la Policía. Era el conductor de la moto y cuando estaba sobre ella recibió un disparo. Los testigos vieron cuando se cogió el cuello herido y quiso reaccionar, pero el sicario le dio otros dos tiros a pesar de que pidió por su vida. Uno de los impactos fue en la cabeza.
Pedro Luis Saavedra Castro tenía seis años en la Institución. Era el parrillero y fue el primero en ser baleado dos veces en el pecho por ser quien podría reaccionar. El tirador estaba a no más de 100 metros de distancia. El homicida se acercó y le propinó otros seis tiros al uniformado natural de Bogotá.
Andrés Páez
