IBAGUÉ. Los termómetros en el Tolima miden temperaturas hasta los 44 grados centígrados como en Natagaima o Ambalema. A esto se le suman los incendios forestales y la escasez de la fuente hídrica en la Región, lo que generó que la Gobernación decretara la ‘Alerta naranja’.
De acuerdo con Eduardo Rodríguez, secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo, los alcaldes deberán adoptar mecanismos para reducir las conflagraciones: “Es una directriz y los mandatarios deben implementar los planes y programas de prevención y atención de riesgos para evitar quemas agrícolas. Igualmente a la comunidad se le recomienda evitar las mal llamadas quemas controladas que son las que generan los incendios”, dijo Rodríguez.
Dentro del decreto está que cuando las autoridades requieran del apoyo de entidades operativas de otros municipios ya sea de personal o de equipos y maquinarias, se deben hacer cargo de la logística de los voluntarios.
En lo corrido de agosto más de dos mil 300 hectáreas de bosques secos han consumido las llamas en Lérida, Carmen de Apicalá, Honda, Natagaima, Villahermosa, San Luis, Valle de San Juan, Coyaima y Chaparral, entre otros.
Por esto la Secretaría de Ambiente pidió a los consejos municipales de Gestión del Riesgo, que lideren campañas de socialización y sensibilización sobre las medidas preventivas para disminuir los incendios forestales incluyendo el uso racional del agua.
Sin embargo, el alcalde de Purificación, Ricardo Guarnizo, manifestó que necesitan herramientas para atender las emergencias: “Hay algunos municipios donde los organismos de socorro trabajan con las uñas. Por eso las alertas deben estar acompañadas de inversión y que a los entes los doten de instrumentos para atender situaciones”, indicó Guarnizo.
Ayer una comisión de la cartera de Ambiente se desplazó al Valle de San Juan con ayudas humanitarias, rollos de mangueras y elementos para aproximadamente 50 familias que resultaron afectadas por conflagraciones en la zona rural.
Por su parte tres máquinas y ocho unidades bomberiles atendieron un incendio forestal que se registró en la calle 37 con carrera Séptima sobre la 1:00 p.m. De acuerdo con el capitán Miguel Parra, la conflagración fue provocada por una persona que le prendió fuego a una basura en la zona. “Atendíamos una emergencia por la vía a Picaleña pero nos llamaron porque habían llamas en la vereda Cay y ahora por la Calle 37. No damos abasto porque mientras atendemos una emergencia nos llaman a otra, además la gente no tiene conciencia con las quemas y las altas temperaturas empeoran la situación”, indicó el Capitán.
