Bebé resultó herido por bala perdida

BEBE HERIDO

IBAGUÉ. “Gloria a Dios al bebé no le pasó nada grave y está bien”, fueron las palabras que expresó Deisy Hernández, abuela del niño de un año de edad que resultó herido por una bala perdida en el barrio Reservas de Santa Rita.

Historia. Las hermanas Posada Hernández de 17 y 14 años de edad, salieron de estudiar antes de las 6:00 p.m. del martes del colegio José Joaquín Flórez Hernández, sede San Francisco; la mayor llevaba a su hijo en los brazos pues iban hacia su casa en la Ciudadela Comfenalco. Normalmente, toman la ruta por la avenida principal, pero esta vez no tuvieron en cuenta la advertencia que su madre les hizo varias veces de que no se metieran por el ‘Camino del Diablo’, pues este sector no le gusta pese a que acorta el recorrido.
Y fue en esta zona donde M.D.H.P recibió un disparo en su ‘piernita’ izquierda.
“Ellas entraron a estudiar a las 2:00 p.m. y mi hija se llevó al bebé al colegio, allá los profesores la quieren y le dejan tener al niño porque ella es muy juiciosa. Salieron temprano pues iba a llover. Cuando ellas llegaron a la casa tenía la camiseta manchada de sangre, entonces el niño empezó a llorar porque le dolió, la niña me dijo mami está ‘chorreando’ sangre y salimos de una vez”, refirió Hernández.

Auxilio. Angustiadas porque no sabían qué tenía el niño ya que tan solo le veían un punto negro en la extremidad inferior, cogieron el carro y lo llevaron a la USI del Jordán, donde le prestaron los primeros auxilios y luego lo trasladaron al Hospital Federico Lleras Acosta, sede La Francia.
La bala se alojó en la pierna izquierda, por lo que fue examinado por los galenos y pediatras.

¿Qué pasó?. Las estudiantes regresaban a su morada, se desviaron por un sector que es destapado, lleno de piedras y que queda a pocos metros del restaurante La Comarca. Cuando llegaban a la entrada de Reservas de Santa Rita vieron a dos sujetos en una moto, con cascos cerrados y que pasaron cerca a la progenitora del niño. En ese momento ambas escucharon un estruendo, algo similar cuando explota una bomba de látex, sin imaginarse que era un tiro. Las jovencitas se preguntaron qué fue ese ruido, pero siguieron su camino cerca de 20 minutos, pues el bebé en ningún momento gritó o lloró, solo hasta cuando “lo atacó el dolor” en la residencia.

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