IBAGUÉ. Así como ‘Hachi’ō esperó nueve años a su amo en una estación de trenes, ‘Pascual’ llega todos los días a las 7:00 de la mañana al Cementerio San Bonifacio de Ibagué, lugar que convirtió en su hogar igual que lo hizo ‘Hachi’ en 1918, en Shibuya, Japón.
El protagonista de la historia real que fue llevada al cine, acompañaba a su amo a la estación de tren cada mañana para despedirse de él, y regresaba cada tarde para darle la bienvenida hasta que su amo, profesor universitario, en una de sus clases sufrió un derrame cerebral y murió.
La historia de ‘Pascual’. “Él es el primero que llega, nos gana a todos los funcionarios del cementerio. La visita la hace desde hace cuatro meses y nunca falla”, le contó a Q`HUBO Joel Soler operario del lugar desde hace 25 años, quien se ha convertido en su nuevo amigo y le da agua y comida.
Aunque nadie sabe exactamente cuál es la tumba de su dueño, su cuerpo debe reposar en el Pabellón Seis “Cuando empezó a llegar, se echaba cerca a una bóveda del 6 y de allí no salía. Era muy bravo pero hace más o menos un mes empezó a recorrer otras partes del cementerio. Mantiene con nosotros (los sepultureros) y todos lo queremos”, agregó don Joel.
¿Sí o no?. Entre las historias del San Bonifacio de Ibagué es la primera vez que un perro hace de éste su hogar y lo más probable es que ni la muerte haya acabado su amor hacia su amo. “Para los perros su mundo gira entorno a su dueño. Ellos no tienen otro foco de amistad y su familia es su todo. Lo más seguro es que su dueño esté allí. No hay otra razón por la que ‘Pascual’ permanezca”, puntualizó Diana Pinto de S.O.S Huellitas.
“Acá entran perros, pero así como entran se van y no vuelven. Pascual es diferente, él está todo el día, entra solito y hacía las 6:00 de la tarde sale solito, sin rumbo”, dijo el sepulturero.
Enfermo o con depresión. Pascual se ve triste y decaído, no juega ni ladra: “Pueden ser dos cosas: Está enfermo o tiene depresión; normalmente cuando su amo muere ellos entran en pena moral. La fidelidad es quizás su mayor característica”, aseguró la representante de S.O.S Huellitas.
En 1933 ‘Hachi’ murió justo en el lugar donde siempre esperaba a su amo. ¿Qué pasará con Pascual? Sin duda los dos protagonizan una de las más bonitas e increíbles historias sobre el amor de un perro hacia su amo.
