IBAGUÉ. Los residentes del conjunto Timaka, ubicado en la zona de El Salado, ayer tuvieron un ‘desagradable’ despertar porque minutos después de las 8:00 de la mañana llegaron funcionarios de la Dirección de Espacio Público con martillo en mano a derribar una reja de metal que desde hace siete meses, aproximadamente, protegía el complejo de apartamentos.
“Recibimos los predios el 27 de septiembre del 2016, pero se nos metían ladrones de forma constante a sacar las cosas de nuestras viviendas, consumían alucinógenos y en una oportunidad pintaron los carros con mensajes del ELN”, señaló Arelys Gómez, líder de la zona.
Los brotes delincuenciales motivaron a los moradores de Timaka a sacar plata de su bolsillo para ‘cercar’ el parqueadero con una estructura metálica y evitar que ese tipo de episodios se repitieran, pero la iniciativa no cayó bien entre algunos de los habitantes de la Urbanización El Dorado, con la que colindan los apartamentos.
“Tres personas nos demandaron porque la reja estaba en un espacio común, según para ellos por ahí pasaba una avenida y eso les perjudicaba para acceder a sus viviendas”, agregó Gómez.
Los perjudicados comentaron que la actuación del ‘trío’ de demandantes corresponde a una ‘retaliación’ con el ingeniero de Timaka que en su momento le prometió al ‘trío’ la adecuación de un filtro para contrarrestar una humedad.
“A nosotros nos pidieron un filtro francés que valía 17 millones y como no accedimos siguieron adelante con la demanda y vea en lo que terminó”, enfatizó Gómez.
La comunidad en medio de la impotencia señaló que primó el ‘capricho’ de tres personas sobre el bien común.
