IBAGUÉ. Durante una hora un taxista mantuvo en vilo a las autoridades, organismos de socorro, amigos, familiares e ibaguereños, amenazando atentar contra su vida porque su carro estaba inmovilizado en el parqueadero luego de que la Policía de Tránsito le realizara un procedimiento el lunes.
Historia. Sobre una columna estaba Guillermo Rivera, conductor del ‘amarillo’ de placa WTM 554, quien desafiaba a los policías con tirarse si no llegaba a un acuerdo con Geovanny Posada, director Operativo de la Secretaría de Tránsito, para que le devolvieran su carro con el que trabaja diariamente, el mismo que había sido inmovilizado según él de forma injusta.
Inmediatamente las autoridades cerraron las vías para bloquear el tránsito por debajo del viaducto y así evitar una tragedia peor.
Al lugar llegó Posada quien le aseguraba a Rivera que le devolverían el carro pero que él debía bajarse de allí. Sin embargo el profesional del volante se negaba y exigía ver a su ‘zapatico’.
Ambulancias y el carro de bomberos se hicieron en la parte de abajo de donde el hombre estaba, mientras el tráfico se hacía peor en la zona pues los demás conductores querían saber qué era lo que pasaba.
Algunos le gritaban a Rivera que se lanzara mientras otros le suplicaban que no lo hiciera.
El sol calentaba más y al miembro de la ‘mancha amarilla’ le brindaban agua pero él no quería. Lo único que pedía era su taxi por lo que Posada llamó al Parqueadero de La Cor donde estaba el vehículo y pidió que lo llevaran hasta el viaducto, y así fue.
Los minutos fueron pasando y el WTM 554 llegó. La promesa del funcionario de la Secretaría de Tránsito quedó en un video, donde le aseguró a Rivera que no le iban a cobrar por lo que éste accedió a bajarse de la columna.
El taxista cruzó la baranda, sus compañeros lo abrazaron y le aplaudieron pero éste se aferró a su carro con lágrimas de felicidad porque lo tenía devuelta para volver a laborar.
