ARMERO. Eso se preguntan Francisco González, director de Armando Armero y 388 sobrevivientes de la tragedia, quienes han llegado a su Fundación con la esperanza de encontrar a sus niños perdidos y desaparecidos.
Y es que González, un luchador inalcanzable, quien todos los días desde el 13 de noviembre de 1985, ha trabajado solo y con recursos propios para ‘armar el rompecabezas’ de su pueblo, creó también un banco de ADN de los ‘niños perdidos’.
“En mis recorridos para construir la memoria histórica de Armero empecé a conocer muchas historias. Las madres se me acercaban con una ilusión: tener un abrazo de su hijo. Me pedían que las ayudaran ya que llevaban años radicando cartas en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar sin tener respuesta. Entonces empezaron a llegar a la Fundación entre 10 y 20 solicitudes”, recordó el armerita.
Gracias a la seriedad de su investigación en el 2012 González logró el respaldo de los doctores Emilio y Juan Yunis para crear en el Instituto de Genética Yunis-Turbay el banco de ADN de los niños.
De esta manera desde hace cinco años, cada 13 de noviembre en Armero, se lleva a cabo la toma colectiva de muestras de ADN sin ningún costo.
Resultado. Después de 30 años, en febrero del 2016 una prueba de ADN confirmó que Jaquelin Vásquez Sánchez y Lorena Santos (antiguo nombre Suly Janeth Sánchez) eran hermanas. Cuando ocurrió la tragedia Suly tenía tres años de edad y fue dada en adopción el 15 de febrero de 1986 por el Icbf; debido a su corta edad no guardaba recuerdos de su familia.
Reencuentro. En el 2012, después de 27 años, Luis Gui Raaijmaakers confirmó que Guillermo Cárdenas, quien lo buscaba desde mediados de los 80, era su padre. El joven fue adoptado por una familia holandesa. Asimismo, el mes pasado, después de 32 años, Edwin Augusto Medina Botello se reencontró con su padre Ernesto García Gutiérrez. El armerita también fue dado en adopción y llevado a Estados Unidos.
