LÉRIDA. A las 3 de la tarde de ayer sonó el tercer campanazo que anunció la última despedida del tolimense intendente jefe, Medardo Rivas Fierro, subcomandante de la Policía de Gigante, Huila, quien fue asesinado por un patrullero el sábado en la noche.
Historia. El ataúd fue ingresado con honores por integrantes de la Policía nacional a la iglesia Nuestra Señora del Rosario de Lérida, donde se llevó a cabo la eucaristía a la que asistieron sus familiares, entre ellos su esposa y pequeña hija.
Una vez se terminó la misa, el féretro con la bandera de Colombia encima fue trasladado por el brigadier general Norberto Mujica Jaime, comandante Región de Policía Número 2 Suroriental y coronel Jorge Eduardo Esguerra Carrillo, comandante Departamento de Policía Tolima. Delante de este dos uniformadas en sus manos llevaban el quepis y las medallas, muestra de honor ante su deber cumplido en 24 años en la Institución.
Asesinato. Rivas Fierro, de 46 años, murió a manos de un subalterno luego de un reclamo. Supuestamente, ese día en la noche el patrullero Duván Garzón Galarza, adscrito al grupo Cobras, le disparó en la cabeza y la espalda al Subcomandante, quien le había llamado la atención por su estado de alicoramiento. En el hecho también resultó herido el patrullero Weimar Javier Córdoba. Garzón Galarza fue detenido por las autoridades.
El cuerpo del tolimense fue sepultado en el cementerio de Lérida, donde vivía con su familia.
