IBAGUÉ. Momentos inolvidables vivió el habitante de calle José Ortega, de 46 años de edad, quien se reunió con su familia luego de dos meses de ‘estar perdido’ en Ibagué.
La historia. José Ortega hace dos meses pidió la bendición de su madre Elvia Valencia para salir de su casa en Suria, Norte de Santander, a vender en los pueblos aledaños zapatos, bolsos, y alguna mercancía. Desde ese instante la familia no supo nada de su paradero y lo buscó en todos los municipios de esa parte de Colombia.
Lo que pasó. José Ortega, quien según su familia sufre de problemas mentales, divagó por muchas partes hasta llegar al Centro de la Capital Musical. El hombre al parecer no se acordaba de su pasado.
Ayuda. La angustia del habitante de calle y sus allegados terminó cuando se encontró con el patrullero de la Policía de Carabineros Jefferson Valencia Bohórquez Jiménez, que estaba cumpliendo sus labores como Guía Canino en Explosivos cerca al Comando de la Metropolitana.
“El hombre se acercó y me dijo que tenía hambre; en ese momento pasaba un vendedor de frutas y le compré dos mil pesos de uvas, mientras él comía entablamos una conversación y me dijo que recordaba un número telefónico pero que no sabía de quién era”, contó Valencia Bohórquez.
El uniformado llamó al contacto que le suministró José Ortega y le contestó una mujer que gritó de alegría al saber que habían hallado a su ser querido.
Los hermanos y algunos familiares del desaparecido ayer a eso de las 10:00 de la mañana llegaron al comando de Policía de la calle 21. Primero saludaron a varios uniformados y al poco tiempo José que llevaba una bolsa en la mano que contenía una camisa subió las escaleras.
Cuando estaban cerca uno de su hermanos lo abrazó y lloró de la felicidad, lo miraba, tocaba,y de nuevo lo abrazaba y le preguntaba que si estaba bien.
Luego sus otros familiares lo saludaron y en un abrazo colectivo junto con el patrullero lo abrigaron y le dijeron que todo estaba bien.
Según Hugo Monsalve Ortiz, familiar de Ortega, él y su familia pensaron que lo habían asesinado en el Catatumbo.
“Pensamos que ya estaba muerto pero cuando recibimos esa llamada nos dimos cuenta que no perdimos su inteligencia porque él es físico y matemático, habla dos idiomas y cuando se graduó fue el mejor Icfes de Norte de Santander , y a pesar de su enfermedad trabaja” dijo Hugo Monsalve Ortiz.
Luego de unos trámites José y su familia regresaron a su hogar muy agradecidos con Jefferson Valencia Bohórquez Jiménez que lo acompañó todo el tiempo.
