IBAGUÉ. Uniformados del Gaula de la Policía capturaron a cuatro personas señaladas de formar la banda ‘Los Sobrinos’, dedicada a la extorsión por medio de llamadas desde la Cárcel de Picaleña. El primero en ser detenido por el Gaula, en el parqueadero del Coiba de Picaleña, fue Andrés Felipe Anzola Mendoza, dragoneante del Inpec.
En la avenida sur número 46 – 00, frente a la Policía Metropolitana de Pereira fue capturada Luz Dary Estrada Orozco. Arley Arias Gomez, y la señora Lidia Amparo Carrillo Giraldo, fue detenida en la carrera Sexta, número 6 – 02 del barrio El Carmen de Ibagué.
En el caso de Arley Arias Gómez, interno de la Cárcel de Picaleña fue conducido hasta el Palacio de Justicia.
Audiencia. Ante la Juez Séptima de Control de Garantías fueron presentadas las cuatro personas.
La Fiscal Tercera Especializada les achacó cargos por los cargos de concierto para delinquir y extorsión agravada.
En el caso del servidor del Inpec, es señalado de recibir los directorios de varias ciudades y celulares para pasarlos dentro del patio donde está detenido Arias Gómez.
Los directorios eran de varias ciudades en Antioquia, el ‘Eje Cafetero’ y Cúcuta, donde señalaban los nombres, llamaban a personas bajo la modalidad de la ‘Tía’, donde le indican que tiene un familiar detenido y para evitar que lo judicialice debe consignar una suma de dinero.
Supuestamente Anzola Mendoza era el enlace entre el recluso y las personas de la organización que estaban afuera y recibían los giros.
La delegada del ente acusador señaló desde hace cerca de un año adelanta la investigación con interceptaciones telefónicas legalmente obtenidas.
El líder. Presuntamente la organización era liderada por Denis Yesid Aguilar Estrada, alias ‘El Gordo’, detenido hace un año, junto con cinco personas más.
‘El Gordo’, fue capturado cuando cumplía el beneficio de la detención domiciliaria.
Dentro de esta investigación también fue detenido Jorge Luis Parrado Garay, dragoneante del Inpec.
Denuncia
A mediados de 2014, una persona denunció que un familiar cobró dinero de una extorsión. La banda llamaba a las víctimas, se identificaban como miembros de los rastrojos y los urabeños y pedían colaboración.
