La tragedia de Armero cambió vidas

sobrevivientes de Armero

ARMERO. De Armero se pueden escribir mil historias como las narradas hasta el momento porque cada persona que vivió el suceso tiene algo que contar.
Es así, como aún se tejen recuerdos de aquel episodio que desapareció a un pueblo de gente pujante, momentos que se reviven como un homenaje a la memoria de más de 20 mil víctimas de aquel 13 de noviembre de 1985.
Patricia Oviedo y Leopoldo Guevara, son dos protagonistas de una historia que trascendió en fe y fortaleza para seguir adelante.

Historia. Duró más de 60 horas salvando vidas como miembro de la Defensa Civil y mucho tiempo pasó para recoger el dolor que embargó su alma con el sufrimiento. “Quedé desestabilizado, me ponía a llorar de un momento a otro porque la tragedia tocó mis fibras y las de todo un país que aún llora sus muertos”, señaló el hombre que con 78 años, es un salvador de cuerpo y alma.

Emprendedora. El espíritu de resistencia con el que lucharon decenas de armeritas para reponerse después de perderlo todo, llevaron a Patricia Oviedo a convertirse en emprendedora, después de la tragedia que enterró a su familia y a su hijo de cuatro años.
Aunque la herida jamás cicatrizó en su alma, esta mujer en busca de curar los males que dejó la avalancha, montó con un préstamo una droguería en el barrio Yuldaima y gracias a los 500 mil pesos que en esa época les entregaron a los sobrevivientes, la abasteció para los gastos de los siete sobrevivientes de su hogar que se salvaron de aquel 13 de noviembre de 1985.
Como propietaria de una droguería vendedora de carros, negociante de bienes raíces, administradora de apartamentos, directora comercial del Club de Ciclismo Pijao, (propiedad de un sobrino), representante legal de Tele Ibagué, una empresa que gestiona contrataciones con importantes entidades de la Ciudad y actriz de la Película Armero, esta mujer resurgió de las cenizas.

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