IBAGUÉ. Dos personas intentaron suicidarse en menos de 24 horas en la capital tolimense, por diferentes razones pero con un factor en común, de alguna manera la vida les brindó una segunda oportunidad.
El hombre de 28 años de edad que protagonizó el primer caso debió ser remitido a un centro asistencial para una valoración por sus lesiones, mientras que el segundo episodio fue frustrado por la oportuna acción de un grupo de funcionarios públicos y la policía que evitó una tragedia. Conozca ambas historias:
El primero. Al final de la tarde del jueves varias ambulancias arribaron a la calle 29 con Cuarta C donde permanecía en el suelo un hombre inmóvil a causa de un fuerte impacto, una vez en el sitio la comunidad del barrio Claret le relató al personal medicalizado que el sujeto se habría lanzado del tercer piso de una residencia en un aparente intento de suicidio, pues al parecer de esta forma pretendía evitar que lo internaran en un centro de rehabilitación para el consumo de sustancias alucinógenas.
Héctor Mauricio Aguilar Cuestas, como fue identificado, fue conducido en ambulancia al área de urgencias del hospital Federico Lleras Acosta sede Limonar, donde fue atendido por los galenos de turno.
El paciente presentó trauma craneoencefálico severo y su estado de salud es delicado pues permanece en el centro asistencial.
Segundo caso. Ayer las actividades del piso 11 del Palacio de Justicia se paralizaron por completo debido al descontento de una fémina que frustrada por un proceso judicial amenazó con lanzarse al vacío.
“Escuché gritos y cuando salí de la oficina vi una señora detrás de la ventana diciendo que se iba a suicidar. Con otros compañeros le hablamos y tratamos de calmarla para que no lo hiciera”, indicó Julián Parra, asistente administrativo y brigadista del Palacio de Justicia que en sus 12 años como funcionario público ha atendido tres intentos de suicidio en este edificio.
De acuerdo con varios testigos de la escena, la mujer alegaba que supuestamente habían cometido una injusticia con ella en un proceso judicial porque al parecer le embargaron un vehículo y la habían condenado, por lo que se dirigió a una ventana que comunica con la carrera Segunda, removió los vidrios de una persiana y se ubicó al borde con la intención de lanzarse.
Ante el clamor de las personas que llegaron a persuadirla para que no lo hiciera, ella hizo caso omiso y vociferaba que no le importaba nada.
Cuando tomó impulso para ‘tirarse’ los funcionarios públicos y la Policía que hizo presencia en el lugar la sujetaron de la cintura para evitar la tragedia y posteriormente la evacuaron de la edificación.
