IBAGUÉ. María Nelly Quiroga es una ibaguereña berraca de 42 años de edad. Hace 15 decidió dejar a un lado los tacones, el maquillaje y la oficina para dedicarse a ser ayudante de obra.
Según le contó a Q`HUBO, ha trabajado en obras ‘grandes’ con empresas privadas pero la semana pasada gracias a un convenio entre la Alcaldía y la Sociedad Tolimense de Ingenieros la vincularon para apoyar las actividades de reparcheo a lo largo y ancho de la Ciudad.
“He ayudado a construir varios conjuntos residenciales y la nueva sede del hospital San Francisco, entre otros” agregó.
Su motor. Aunque le gusta untarse de cemento y ponerse las botas, tiene un ‘gran’ motor que la impulsa a salir de casa todos los días: Sus cinco hijos y sus dos nietos quienes la despiden y la reciben con un beso en el barrio Pijao de la capital del Tolima.
“Ellos me dicen que se sienten orgullosos de mi y eso me llena de alegría. Literalmente con el sudor de la frente, los he levantado”, añadió.
Otra de las cosas que le gusta, es que aunque sus funciones requieren de fuerza y esfuerzo, gana más que si tuviera un empleo de oficina.
En la cuadrilla ‘Tapa huecos’ la acompañan otras cuatro mujeres berracas igual a ella quienes deben aguantar, entre otras condiciones, el inclemente sol, el calor y el polvo.
