Otra muerte ‘inexplicable’ por los médicos

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IBAGUÉ. Morir es la ley de la vida pero para Nelson Germán Cutiva y para su hija de cuatro años, es muy difícil entender que su esposa y madre, de 35 años, murió por una infección urinaria en el Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué por una aparente negligencia médica.

Mientras los familiares pedían buena atención y una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, los médicos y las enfermeras chateaban y wasapeaban, “con toda la tranquilidad del mundo”.

 

El paseo. Según le contaron a Q`HUBO sus familiares el paseo de la muerte para Maryori León Betancour, quien hacía parte del regimen subsidiado de salud y cuya EPS era Salud Vida, empezó el miércoles 26 de agosto.

Consulta externa: “Ese día tuvo una cita de medicina general en el San Francisco porque le dolía el estómago. El médico le dijo que no se preocupara, que eso era una infección urinaria. Le mandó un antibiótico y le dió una orden para una ecografía”, sostuvó su esposo.

 

San Francisco. A pesar de tomar los medicamentos, el dolor continuó y el viernes se sentía muy débil, por eso volvió al San Francisco.

“La atención fue pésima. Le aplicaron una inyección para el dolor pero estuvo sentada en una silla de la sala de espera 24 horas”, agregó Olga León.

 

Federico Lleras. El sábado no soportaron más la situación y a las 11:00 de la noche llegaron a las urgencias del Federico Lleras.

“El médico le dijo que estaba totalmente deshidratada. La hospitalizaron en una silla donde estuvo hasta la madrugada del lunes”.

Maryori ya no tendría fuerzas ni para caminar: “Sólo se quejaba y pedía agua. El sábado y el domingo no le dieron de comer por si había que operarla”.

Los familiares en medio de su preocupación le solicitaban una explicación a los médicos “pero no prestaban atención. Se reían, recochaban y no hacían sino wasapiar”.

 

El final. El lunes, por fin en cama, amarilla e hinchada, “le hicieron una endoscopia y nos dijo: El médico me vió algo muy mal. Me dijo que tenía que hablar con ustedes”.

Así fue: Les dijeron que estaba muy mal. Que no se sabía si era el azúcar o los riñones pero que ya tenía agua en los pulmones y que debían buscarle una cama en la UCI para entubarla.

La cama nunca se consiguió y el martes a las 11:25 de la noche Máryori murió. No hubo explicaciones ni respuestas: “Parece que los médicos ya no salvaran vidas. Parece que sólo esperaran la muerte del paciente”.

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