IBAGUÉ. Del bunker de la Fiscalía se han volado detenidos, pero en su historia, no se había presentado un suicidio. El primero fue el de Carlos Alberto Castañeda, de 42 años.
El hombre estaba en una de las celdas que son custodiadas por los funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación.
Castañeda estaba allí desde el viernes en la noche, luego de ser trasladado desde el Palacio de Justicia donde le dictaron medida de aseguramiento en la Cárcel de Picaleña, donde no lo habrían recibido.
Ayer a eso de las 2:00 de la madrugada a Castañeda lo hallaron suspendido en el calabozo en el que no estaba solo.
Antes de tomar la fatal decisión, en una hoja escribió una carta a su esposa, en la que según fuentes judiciales, se disculpaba y aseguraba que no hizo de lo que se le señalaba.
¿De qué lo acusaban? El hombre vivía en un apartamento de la Urbanización Castilla donde fue detenido el jueves por funcionarios del CTI. Habría hecho tocamientos indebidos a una niña de 8 años de edad.
La víctima había llegado hacía tres meses a vivir a un apartamento contiguo al del hoy occiso. La apariencia de Castañeda no generó desconfianza en la abuela de la pequeña. El hombre vivía con su pareja sentimental y en determinado momento se ofreció a ayudar con las tareas de la niña.
El pasado lunes, la víctima estaba con el hombre quien intentaba distraer a la abuela. La adulta sospechó y habló con su niña quien le contó que el sujeto la había llevado a la cama donde la tocó. Según el relato que hizo la afectada, Castañeda puso sus fluidos alrededor de su zona íntima. El caso fue denunciado ante la Fiscalía y por eso fue capturado.
La inspección. Lo investigadores de la Sijín fueron los encargados de hacer el levantamiento de quien en vida también era solicitado por el Juzgado de Ejecución de Pena y Medidas de Seguridad de descongestión número 7 de Ibagué, por el delito de inasistencia alimentaria.
