Venganza letal

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IBAGUÉ. Ricardo Barajas Bastidas salió de su finca en la vereda La Cascada, como todos los lunes, para mercar y hacer sus correspondientes diligencias en la Ciudad. Lo que el hombre jamás imaginó era que al regreso se encontraría de frente con la muerte.

 

La historia. Sobre las 9:00 de la noche del lunes, Barajas Bastidas subió en un taxi hasta un establecimiento ubicado en el límite de las veredas Cay Parte Alta y La Cascada, donde su hijo de 16 años de edad lo estaba esperando con un par de caballos para emprender juntos la ‘trocha’ que los conduciría a la finca en la que vivían.

Una vez se encontraron padre e hijo, de la penumbra apareció un hombre que disparó en dos ocasiones un arma de fuego, tipo changón, en contra de ambos.

 

Lesionados. Barajas Bastidas fue derribado de un certero impacto en su pecho que ocasionó su deceso ante la mirada del propietario de un billar.

En tanto que José Gustavo Barajas Díaz, hijo del occiso, recibió una herida en su espalda, por lo que fue conducido por un campero hasta la Clínica Tolima, donde los galenos lo atendieron y salvaron su vida.

De momento se desconoce la identidad del presunto homicida.

 

¿Armado? Las autoridades encontraron junto al cadáver del hombre una bolsa en la que alojaba municiones para un arma de fuego, lo que indicaría que estaba armado al momento del ataque, pero en la escena no apareció el revólver.

 

Sobre el occiso. De acuerdo con sus vecinos, Barajas Bastidas era contratista del Ibal y en la actualidad realizaba labores de reforestación en cercanías al sector donde residía.

El hombre vivía en una finca de su propiedad, en la que cultivaba café, junto a su esposa y cinco hijos.

 

Supuesta venganza. Algunas versiones apuntan a que Barajas Bastidas presuntamente tendría un conflicto ‘cazado’ con otra familia de la vereda, debido a que el 31 de diciembre del año anterior uno de sus hijos, identificado como Ricardo Andrés Barajas Díaz, asesinó en medio de una riña a Néstor Raúl Díaz Burgos en el estadero El Suspiro a puñaladas y con arma de fuego.

Para aquella ocasión el joven de 20 años, hijo del occiso, se entregó al día siguiente del crimen y un juez de Control de Garantías le otorgó prisión domiciliaria.

Las autoridades investigan si este caso estaría relacionado con el sicariato del lunes en la noche.

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