¿Correo de ‘inocentes’?

 

IBAGUÉ. Cuando niñas, la vagina es una ‘florecita’, adolescentes y adultas una ‘cuca’ y siendo ‘correos humanos’ se convierte en una ‘vagimula’ que almacena desde celulares, ‘tacos’ de 250 gramos de marihuana y cocaína, hasta armas envueltas en látex, condones y cinta para tratar de ingresarlos a la Cárcel de Picaleña.

Aunque esta problemática no sólo es local sino que se presenta a lo largo y ancho del territorio nacional, el número de detenciones que se produce al interior del centro de reclusión de Ibagué pareciera indicar que algunos internos consumidores demandan las entregas a través de una red de microtráfico que utiliza a mujeres cabeza de hogar.

No obstante, algunas ‘mulas’ como la rovirense Marli Lebro, de 20 años de edad, quien fue detectada en junio pasado por el personal del Inpec cuando trató de ingresar 80 gramos de cocaína y 100 de marihuana en sus partes íntimas sabía que el error tendría que pagarlo tras las rejas y lejos del bebé de dos añitos que dijo tener mientras se cumplió la diligencia judicial.

Otro caso se presentó hace menos de un mes cuando la madre cabeza de familia, Jeny Julieth Arredondo camufló 105,4 gramos de marihuana en medio de sus senos y los entregó voluntariamente al intentar entrar al patio de máxima seguridad de Picaleña. La ‘afortunada’ fue puesta bajo detención domiciliaria al justificar que además de ser madre cabeza de hogar, tiene una hijita de cinco años de edad.

Al igual que los sucesos anteriores, este medio registró en los últimos dos meses siete casos de mujeres halladas con alucinógenos en salas comedores, manos, piernas, vagina y senos; entre ellas, dos tenían antecedentes por la misma conducta, una fue enviada a la Cárcel de Picaleña, dos recobraron la libertad e igual número obtuvo detención domiciliaria.

Por su parte, la vendedora de frutas, Luz Dary López, señaló que “como mujer no soy nadie para juzgar a ninguna fémina pero creería que algunas lo hacen por necesidad y otras por costumbre ya que todas tenemos forma de laborar y llevar alimentos a nuestro hogar”, aseveró.

El comerciante Wilson Velásquez, dijo que “las mujeres capturadas sirven de ‘correos humanos’ por la falta de oportunidades de empleo, la discriminación y la descomposición social en la que vivimos actualmente”, afirmó.

La problemática social no solo involucra a ‘mulas’ sino también a consumidores puesto que según la investigación ‘Panorama de consumo de Spa en el Tolima’ con referencia en el ‘Estudio Nacional de Consumo 2008’, los últimos ascienden a seis de cada 100 ibaguereños entre 13 y 18 años de edad que han fumado marihuana.

Castigos para las ‘vagi-mulas’

Al consultarle a algunos jueces de conocimiento sobre las penas que dan las autoridades colombianas a quienes participen en tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, ellos manifestaron que de acuerdo al artículo 376 de la Ley 559 de 2000 el encierro varía según la cantidad de droga inacutada, siendo la menor cinco años y la mayor 30.

Igualmente, los juristas aclararon que la condena puede aumentar según el artículo 384 por agravantes como utilizar menores, personas que padezcan trastornos mentales o adictos dentro de cualquier lugar incluyendo establecimientos carcelarios.

Además indicaron que los jueces están facultados para restringir las visitas a las cárceles de los ‘correos humanos’ por un período de 2 a 5 años y que no resulta suficiente la calidad de madre cabeza de familia para solicitar el beneficio de prisión domiciliaria.

¿Por qué detención domiciliaria?

Según los juristas consultados, el artículo 44 de la de la Carta Política que refiere el artículo Primero de la Ley 750 de 2002 consagra el derecho de detención domiciliaria para garantizar el cuidado y la protección de los niños.

En síntesis, cuando una madre cabeza de familia es capturada tratando de introducir sustancias alucinógenas a cualquier sitio, incluida la Cárcel de Picaleña, se considera necesario proteger a los menores que están bajo su cuidado para evitar que queden en situación de abandono. Cabe aclarar que las mujeres reciben el beneficio de pagar la prisión en sus residencias al no estar privadas de la libertad por otros procesos y además deben garantizar que no seguirán delinquiendo.

Proyecto de ley para drogadictos

El senador Juan Carlos Vélez explicó al portal de internet ‘Semana.com’ que el proyecto de Ley que propusó al Congreso busca que los gastos de rehabilitación de los drogadictos corran por parte del Estado.

Es decir, que si una persona es sorprendida con estupefacientes sea remitida a una estación de Policía. Allí, se le decomisaría la droga y luego sería sometida a una evaluación médica. Si esta determina un caso de adicción, y no de consumo ocasional, la persona podría ser internada de forma inmediata en un centro de rehabilitación.

Según el Senador, la iniciativa tiene como objetivo el compromiso del Estado a la hora de combatir el consumo de las drogas. Para ello, el proyecto pretende destinar recursos del presupuesto para adelantar campañas de prevención. A la fecha la propuesta del funcionario sigue en estudio.

Algunas cifras de consumo en el Tolima

9 ibaguereños entre 19 y 39 años han probado la ‘marimba’ en su vida.

5 habitantes del Líbano entre 13 y 18 años han consumido éxtasis en su existencia.

3 niños saldañunos entre siete y 12 años han aspirado cocaína en su corta edad.

5 jovénes espinalunos entre 13 y 18 años han inhanalado ‘basuco’ alguna vez en su vida.

Nota: Datos suministrados por la investigación: ‘Panorama de Consumo de Spa en el Tolima’ con referencia a la última Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia, 2008.

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