40 años de liderazgo

Foto: Hélmer Parra / Q’hubo Ibagué

REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com 

Q’HUBO dialogó con Mariel Jakeline Díaz, una reconocida vendedora del Centro de Ibagué que lleva más de cuatro décadas desempeñando su labor y liderando iniciativas en beneficio de los trabajadores informales en la ciudad. Además de ser una apasionada por la política, también participa activamente en los procesos organizativos de su gremio desde los años 80, lo que la llevó a conformar un sindicato de trabajadores informales, una fundación de mujeres y una veeduría de espacio público.  

Una vida de lucha 

Mariel Jakeline Díaz recuerda que llegó desplazada por la violencia a Ibagué hace 40 años, luego de que grupos armados incursionaron en la finca donde vivía junto con su familia en la vereda Tortugas, de Prado. A Ibagué llegó en 1982, cuando apenas tenía 16 años y recuerda que el primer empleo que tuvo en la calle fue un puesto de arepas y chorizos. Desde ese tiempo se ha dedicado a la venta ambulante de toda clase de productos, bien sea en la carrera Tercera, en la calle 15 o durante los eventos que se organizan en la ciudad en algunas temporadas como Navidad, fiestas de mitad de año o Semana Santa. Durante sus primeros años de trayectoria como trabajadora informal, Jakeline observó las injusticias que algunas autoridades cometían contra algunos vendedores, a quienes les decomisaban la mercancía y los desalojaban del espacio público. Esa situación la llevó a comenzar un trabajo de liderazgo con varios colegas, con el objetivo de defender sus intereses cada vez que eran ultrajados. 

En estas cuatro décadas de trabajo y liderazgo, recuerda algunos momentos duros, como a principios de los años 90, cuando las autoridades realizaban operativos y no permitían que se ubicaran en la calle, hasta que algunos miembros del M-19, que acababan de firmar la paz y entre los que se encontraban Gustavo Petro y Emanuel Arango, les ayudaron con una ‘tutelatón’ en la cual presentaron más de 700 recursos ante los tribunales de Ibagué para ponerle fin a los atropellos. 

En la actualidad, Jakeline sigue trabajando con las mujeres de su fundación de vendedores ambulantes y estacionarios Cacica Dulima, velando por el bienestar de los afiliados al Sindicato de Trabajadores Informales del Tolima y haciendo veeduría a la ocupación irregular del espacio público en el Centro y otras zonas de la ciudad. 

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