IBAGUÉ. El latido del perro y no encontrar a su yerno en la cama, hizo que Licenia Lucía Malagón saliera al patio de la casa de la carrera Séptima Bis número 39B-55 del barrio San Carlos, y encontrara a Miguel Ángel Salinas Caviedes suspendido cerca a la alberca.
La suegra indicó que ingresó a la vivienda para buscar al hombre, porque un vecino con quien trabajaba en una construcción en el sector del Totumo le había golpeado la puerta en varias oportunidades para ir a laborar, pero no le abrió.
La mujer indicó que Salinas Caviedes tenía problemas psiquiátricos: “Fue soldado profesional y en el batallón en Medellín se tomó un veneno, pero tomó la decisión de salirse hace seis meses y se vino. Desde que llegó, fue atentando contra su vida”, señaló.
Y agregó: “Estuvo hospitalizado porque se cortaba los dedos y las venas. La última vez sufrió una sobredosis de lo que estaba medicado, y la Policía se lo llevó más muerto que vivo”, indicó la suegra.
Refirío Malagón que su hija tenía una caución en contra del difunto por los malos tratos a los que era sometida.
Y recordó que la noche del sábado lo vio raro, incluso le hizo reclamos a su familiar, a quien la señora le aconsejó que saliera de su vivienda, ubicada a seis casas de donde se suicidó el hombre, para evitar que la maltratara.
Salinas Caviedes era natural de Mesitas del Colegio en Cundinamarca, donde se espera sea llevado su cuerpo.
