Aguas negras invaden el barrio

Alberto Navarro Orozco es uno de los afectados con el colapso del alcantarillado. Fotos: Hélmer Parra/ Q’Hubo.

REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com 

En febrero de este año, los habitantes de al menos cuatro manzanas de la urbanización La Esmeralda, ubicada en la comuna Ocho de Ibagué, le solicitaron a la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal), la reparación de la red de alcantarillado del sector, ya que por su antigüedad y estar construida en un material conocido como gres, estaba colapsada, lo cual provocó que las aguas negras se estancaran al interior de algunas casas, generando malos olores y problemas de salubridad.  

Alberto Navarro Orozco, líder de la comunidad, en diálogo con Q’HUBO manifestó que dicha solicitud fue atendida por la empresa y desde ese mes empezaron la modernización de 130 metros lineales de alcantarillado frente a la manzana F, ubicada sobre la carrera Segunda sur entre calles 101 y 103. A finales de julio, Harold Rodríguez Sánchez, director Operativo del Ibal, informó que para esa fecha ya tenían un 50% de ejecución pues habían reemplazado 80 metros de tubería de 14 pulgadas y avanzaban en la instalación de una caja de inspección y la adecuación de alrededor de 10 acometidas domiciliarias.

Obra demorada 

Hay varias excavaciones abiertas y los operarios del Ibal no trabajan de manera constante.

Un mes y medio después del anuncio del Ibal, los habitantes de al menos 30 casas de la manzana F continúan esperando que los operarios de dicha empresa terminen la obra debido debido a que ya no soportan el estancamiento de aguas negras, las cuales ya empezaron a correr por los andenes hacia la calle. Según ellos, al lugar acuden por lo general sólo dos operarios a trabajar todos los días en la construcción de las cajas, situación que ha demorado su terminación. 

De acuerdo con Navarro, la tardanza los perjudica en el sentido que ellos, como propietarios de las casas, deben proceder a reemplazar la red interna una vez el Ibal termine la modernización de la red principal y así poder hacer la conexión entre ambas, pues así es la única forma de solucionar el problema de manera definitiva. 

Mientras eso sucede, los propietarios de varios negocios ubicados desde la calle 101 hasta la 103, entre los que hay un gimnasio, un salón de belleza, tiendas y dos fábricas de tamales, siguen esperando la culminación de la obra. 

El mismo problema de los habitantes de la manzana F que tienen sus casas sobre la carrera Segunda sur, lo padecen quienes residen en el mismo sector, pero sobre la carrera Primera B sur, al igual que los de la manzana E, pues allí también se requiere la misma intervención, pero ni siquiera han comenzado a trabajar. 

Cesar Saray, presidente de la Junta de Acción Comunal, se manifestó al respecto para pedirle celeridad al Ibal ya que, según él, es comprensible que en ese tipo de obras se registren demoras, pero en este caso, ya llevan varios meses soportando olores nauseabundos y la excusa de la empresa es que no tienen suficiente personal. 

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