Ayudemos todos a Jhoel a ganarle la batalla al cáncer

La próxima semana, Jhoel deberá ingresar al Hospital de la Misericordia para el segundo ciclo de quimioterapias. Foto suministrada y autorizada por los padres.

En un abrir y cerrar de ojos la vida le cambió a una familia ibaguereña residente en el barrio Industrial de Ibagué. En medio de la pandemia, a su miembro más pequeño, de cinco años, le diagnosticaron cáncer y tuvo que partir con su progenitora hacia la Capital de la República. Mientras tanto, el padre y el hermano mayor quedaron en la ciudad.

Desde Bogotá, María Cecilia Almonacid Sarmiento, madre de Jhoel, toca a la puerta de las personas de buen corazón ya que la situación económica no es la mejor y estar lejos de casa le implica gastos que no tenían presupuestados.

En diálogo con Q’HUBO, doña María Cecilia recordó que hasta finales de junio todo marchaba bien para ellos. Ella repartía el tiempo entre su hogar y efectuaba trabajos de empleada doméstica. Jhoel aprendía a leer y su hijo mayor, de 18 años, estudiaba de manera virtual en el Sena.

Mientras tanto, el esposo, proveedor del hogar, asistía cada día a ejercer la vigilancia en una empresa local.

Vómito y dolor

No obstante, un día Jhoel amaneció con vómito y dolor abdominal. Aunque el primer diagnóstico fue problemas digestivos, para lo cual le recomendaron darle pitaya y papaya, días después confirmaron que era un linfoma de Burkitt, un cáncer en una parte del sistema inmunitario, también llamado sistema linfático.

“La segunda vez que lo llevé a urgencias le hicieron una ecografía en el abdomen y le encontraron una masa, que hoy tiene siete centímetros, en el estómago. En una semana nos tocó trasladarnos para Bogotá y según los médicos, el tratamiento puede durar hasta dos años”, dijo la señora María.

En estos momentos, ella y el niño están viviendo donde una pariente en el barrio San Isidro de la Capital y cada 15 o 20 días, Jhoel debe estar una semana en el centro médico, mientras le practican el tratamiento con quimioterapias.

“Aquí todo es costoso. Los trayectos son largos, trato de no usar Transmilenio por el riesgo de contagio de Covid- 19. He tocado puertas, he llamado a las emisoras de acá y gracias a Dios han aparecido ángeles. Nunca imaginé pasar una situación así, pero la estamos afrontando con la mejor actitud. Mi esposo gana el mínimo y en Ibagué debe pagar arriendo, servicios y alimentación (…) la plata no nos está alcanzando”, recalcó.

Tienen fe

Respecto al estado de salud del ‘pequeño’, los médicos le han dicho que aunque es un cáncer que se propaga rápido, por fortuna no ha afectado ningún órgano. Fue detectado a tiempo.

“Al principio le preguntaba a los médicos por qué le dio eso al niño si yo lo cuidaba bien y nunca se me cayó. La respuesta fue que el cáncer es como una lotería y nos tocó a nosotros. Ya no pienso en eso y estoy enfocada en el tratamiento y recuperación. Confío en que Dios nos permita tenerlo por mucho tiempo”, puntualizó.

Para ayudas

Las personas que puedan tenderle la mano a Jhoel con suplementos alimenticios, útiles de aseo o dinero, pueden llamar a la línea 310 772 58 37. Para donaciones, la familia también tiene disponible una cuenta en Daviplata o Nequi, asociadas al mismo número celular.

Frase

“La situación para muchos no es fácil en estos momentos. Le agradezco con el alma a las personas que nos puedan ayudar”, María C. Almonacid, madre de Jhoel.

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