Busetas en Ibagué más seguras, pero ‘rajadas’ en eficiencia

IBAGUÉ. Durante el último mes, la empresa Expreso Ibagué incorporó en todo su parque automotor, un sistema de cámaras con el propósito de regular la operación de las busetas de transporte público y evitar situaciones que pongan en riesgo la integridad de los profesionales del volante. Aunque la percepción de seguridad subió con la puesta en marcha de estos dispositivos, hay otros temas operativos y de movilidad que ponen en alerta ‘roja’ el servicio de las ‘naranjas’ en Ibagué.

‘Embotellados’. Rafael Reyes reside en el barrio Villa Café y todos los días usa el transporte público, sin embargo, el joven comentó que las dos rutas de buseta que pasan cerca de su casa tienen graves problemas de operación, derivados de la congestión vehicular que se genera en las dos carreteras principales que conectan con el barrio.
“En Ibagué hay mucho vehículo y los reductores de velocidad que instaló la Alcaldía, hacen que la ciudad se embotelle cada día más. La buseta 19, que recorre el sector donde vivo, a veces se demora mucho en pasar y uno puede tardar hasta una hora para llegar al Centro. El trancón en la avenida Pedro Tafur es uno de los puntos más críticos durante este recorrido. De otra parte, está el problema con la ruta 6, la cual se represa sobre la avenida Mirolindo, donde la fila de carros en horas pico se extiende por más de media hora”, sostuvo el usuario de las ‘naranjas’.
Así mismo, el sobrecupo es otro de los factores que aqueja a los usuarios, toda vez que durante la mayor parte del trayecto, varios pasajeros deben ir de pie.
Al respecto, el gerente de la empresa Expreso Ibagué, Hernán Quiñones, coincidió en que la instalación de los estoperoles viales afectó al servicio de transporte público en la Ciudad. “Estos reductores obligan a que el conductor frene por espacios prolongados y eso crea congestión en las calles. Es preciso aclarar que aunque las 30 rutas que existen en la ciudad tienen fija una frecuencia, el tiempo de espera para el usuario varía por cada trayecto y se ve afectado por factores como la lluvia, los accidentes de tránsito, los trancones y otras circunstancias. En promedio, el intervalo entre una y otra buseta oscila entre cinco y siete minutos”, sostuvo el directivo.

La otra cara. Conductores de la ‘Ola Naranja’ también expresaron su inconformidad frente a los cambios de los últimos meses. “Además de ser conductores, somos seres humanos y hay gente que no entiende eso, empezando por las empresas transportadoras y los propietarios de las busetas. Si bien, existen personas al volante que andan con la ‘chispa’ alborotada, nadie comprende que hay trayectos que duran más de tres horas, sumado a que nosotros no disponemos de tiempo ni para desayunar, porque los pocos paraderos que hay no son higiénicos y algunos no tienen baño”, dijo un profesional del volante.
Y agregó que: “Aunque con las cámaras nos sentimos protegidos y seguros en las calles, también nos perjudicamos porque para nadie es un secreto que nos ‘rebuscamos’ la plata con el ingreso de pasajeros por la puerta de atrás, pero eso ya no se puede y los propietarios tampoco buscan un equilibrio salarial con el aumento en el porcentaje que ganamos por ocupante, el cual está entre 100 y 150 pesos. La iniciativa con las cámaras es buena, pero va a complicar nuestra situación económica porque no se verá compensada con el duro trabajo diario”, argumentó el miembro de los ‘naranja’.
Y es que las cámaras de seguridad, llegaron como alternativa para disminuir los índices de atracos y situaciones de conflicto de los que han sido objeto los transportadores de servicio público.

El lente de las ‘naranjas’. La empresa Expreso Ibagué es pionera de la iniciativa y las 293 busetas adscritas a la compañía, ya cuentan con este sistema de seguridad. Entre tanto, algunos propietarios de busetas afiliadas a otras entidades, se sumaron al proyecto que a futuro pretende vincular a todo el parque automotor de la ciudad, el cual cuenta con 760 ‘naranjas’ en circulación. “El control de los dispositivos lo hace la empresa, pero es importante aclarar que las cámaras también cuentan con el monitoreo de la Policía Nacional, en caso de que se requiera”, sostuvo Hernán Quiñones, gerente de Expreso Ibagué.
El directivo además se refirió sobre el control interno que ejercen con el apoyo de estos aparatos, “con la instalación de cámaras se ha disminuido el ingreso de pasajeros por la puerta trasera y los conductores han entendido que es necesario hacer un control sobre este asunto. Por otra parte, la empresa hace énfasis en que este tipo de comportamientos incurren en una falta tanto disciplinaria como penal, al recibir unos recursos derivados del pago de unos pasajes que no les corresponde”, concluyó.

Cifras para tener en cuenta:

48: es una de las rutas que dura cerca de tres horas para terminar el ciclo.

1: es la ruta que da más vueltas entre los barrios de la ciudad. Su recorrido es extenso.

29: es una de las rutas más complicadas por el trayecto extenso y no mueve tanto pasajero.

6: es la ruta que va desde la Arboleda del Campestre hasta San Isidro. Su recorrido es largo, pero la rentabilidad es alta para los conductores.

23: es una de las rutas más largas de Ibagué.

1.800: Pesos es la tarifa actual del transporte público en al ciudad.

15: es una ruta de buen movimiento para los conductores en la temporada escolar.

760: es el total de busetas que se movilizan por todo Ibagué.

8: está entre las mejores rutas, la frecuencia entre una y otra tiene menos de cinco minutos.

3: son las rutas que se movilizan entre el área urbana y rural de la
ciudad.

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