IBAGUÉ. Desde hace un par de meses, los habitantes de la manzana 53 del barrio Topacio empezaron a notar en el parque uno que otro caracol con características distintas a los que ocasionalmente observaban en la zona verde.
Estos no eran “de colores” como los de la canción tropical, ni mucho menos “en el mar andan nadando”, pero su presencia empezó a preocupar ayer en la mañana, cuando luego del aguacero, el parque se vio cubierto de los babosos animales. Los hermanos Luz Stella, Rosalba y José Romero, avisaron a los vecinos que no permitieran que los niños los tocaran:
“Hemos escuchado que esos caracoles rayados son peligrosos. Eran muchos. Hay unos más grandecitos”, dijo Luz Stella mientras escarbaba con una pequeña pala.
Su hermano, José Romero, pide a las autoridades respectivas que les den una orientación sobre lo que se deba hacer para evitar enfermedades o daños mayores: “Hemos visto en televisión que producen una baba que es peligrosa. Esto era bonito y los caracoles se han comido las hojas de las plantas”, precisó.
Podría ser africano
Esta redacción consultó con un funcionario de la Policía Ambiental y Ecológica. Al indicarle las características físicas, indicó que hay altas probabilidades de que se trate del Achatina Fulica, mejor conocido como Caracol Africano.
El animal, considerado como una plaga, figura dentro de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, debido a que se propaga rápidamente, afecta cultivos y es un peligro para la salud de los humanos:
“No hay que cogerlos con la mano. La persona debe hacerlo a través de un elemento y protegerse con guantes. Si hay una herida, por pequeña que sea, se infecta”, afirmó el uniformado.
Agregó que en el sector de El Salado, cerca a Huevos Oro, se registró un caso de dos casas infestadas de caracoles: “Enviamos una muestra a Corotlima y se confirmó que eran africanos. Nos tocó recogerlos y proceder a incinerarlos, porque son una plaga”, concluyó. Por último, se programó una visita hoy en la mañana al lugar.
