IBAGUÉ. Varias pruebas, entre ellas el cordón umbilical de la pequeña Angie Daniela Cuervo, algo con lo que no contaba su padre Jhon Andrés Cuervo Aguirre, fueron determinantes para que el Juez Segundo Penal del Circuito Especializado con Funciones de Conocimiento, declarara al joven como el culpable de incesto, el homicidio agravado de su media hermana Angie Tatiana Cuervo Prada, de 17 años de edad, y la desaparición forzada agravada de la pequeña Angie Daniela, con 11 meses de nacida para el día de los hechos, el 4 de agosto de 2009.
Durante la extensa diligencia, fueron escuchadas tanto la representante de la víctima, como la Fiscalía, la defensa, y el Procurador Judicial a cargo del caso, para que el juez emitiera finalmente el sentido de fallo, sobre las 9:40 de la noche del lunes.
La representante de las víctimas dijo que Cuervo Aguirre Transgredió las normas morales y sexuales para involucrarse con su media hermana menor, quien creció en un ambiente social enmarcado por el entorno familiar y sólo conoció a quien fue culpado como su homicida, durante la adolescencia.
Agregó que Angie Tatiana vio al policía como ‘su hombre’, y no como un hermano, lo que propició la relación incestuosa.
Otros elementos, como el despliegue de la causa de muerte, probó que la mañana del 4 de agosto de 2009, Angie Tatiana fue asesinada. Mediante el informe, se establecieron las heridas pre y postmortem. Además, el procurador judicial a cargo del proceso manifestó que, lamentablemente para los intereses de la defensa, “la duda que lánguidamente se intentó introducir en el juicio, no se advierte como trascendencia”, y que si se analizaban los testimonios de quienes dieron cuenta de los asuntos percibidos en las circunstancias de tiempo y espacio, todo conducía perfectamente.
“Asesino era de confianza”
Durante la intervención del Procurador Judicial a cargo del proceso, indicó que según el material probatorio recolectado por las autoridades, se demostró que Jhon Andrés Cuervo gozaba de un permiso de la institución del Primero al 10 de agosto de 2009, y se ubicó en el barrio Modelia donde su progenitora. Además que hay testimonios que en el sector de El Salado fueron vistas por última vez la occisa y la chiquilla.
Además, que la madre de Angie Tatiana, doña Miriam Prada, llamó a Cuervo Aguirre para preguntarle sobre el paradero de su hija. También se demostró que la muerte de la joven de 17 años de edad no fue por sumersión, sino que previamente fue violentamente ultimada “para ser arrojada inmisericordemente al cauce del Río Chipalo”, indicó el funcionario. Agregó que para el día de su muerte, una moto de características similares a las del acusado fue vista en el lugar.
El procurador indicó que se podía concluir que Angie Tatiana tenía una cita con alguien que le generaba seguridad y confianza, y que Jhon Andrés era con quien iba a verse en esa nefasta cita con la muerte, tomando para ello los testimonios de la madre de la joven, a quien le indicó que se iba a encontrar con el uniformado para “solucionar el intrincado y oscuro asunto que desencadenó una relación incestuosa”, el testimonio de Yackeline Varón, quien vio a la muchacha en cercanías al lugar del crimen.
Al ubicar la escena criminal, se dio a entender que el autor tenía suficiente confianza con Angie Tatiana, ya que la persona que la recogió tras la llamada le inspiró seguridad, no miedo, y que ella se movió voluntariamente para reunirse con la muerte.
Las escenas
Durante el juicio, se establecieron tres escenas criminales. La primaria, que fue el sitio donde Angie Tatiana fue asesinada, un puente ubicado en cercanías al sector de La Vara de El Salado, desde donde fue lanzada al Río Chipalo. Otra escena intermedia, que indicaba que para la fecha, el cauce del afluente estaba seco, pero ocurrió lo que los lugareños describieron como una ‘bombada’, que arrastró al cadáver. El perito indicó que la escena final jamás fue manipulada.
“No es un montaje”
El fiscal se mostró ofendido por las versiones de la defensa, descartando un presunto montaje, como lo quiso ver el abogado de Cuervo Aguirre, “es una ofensa a la administración de justicia, concretamente, hacía la Fiscalía General de La Nación, semejantes afirmaciones tan irresponsables. La defensa técnica no explicó cuáles son los motivos porqué las pruebas son ilícitas. Pudo haber hecho uso del derecho de exclusión en la preparatoria”, afirmó.
Enfatizó, entre otras cosas, que las lesiones de la víctima sí fueron premortem, y que se presentaron antes del proceso violento de Angie Tatiana. En cuanto a las aseveraciones de la defensa, de que el señor Otoniel Hernández se encontraba en el lugar de los hechos, respondió que no podría haberse encontrado ese día a las 6:30 de la mañana cerca a la caseta donde después se bajó la occisa, ya que a esa hora estaba dejando a Angie Tatiana en Venadillo, rumbo a la capital tolimense.
Habló Cuervo Aguirre
El recién declarado culpable, realizó una intervención al concluir los alegatos, en la que reforzó la postura de la defensa. Además contradijo algunas declaraciones de su padre, Julio Ermes Cuervo, sobre los hechos.
Igualmente, y tal como lo hizo la defensa, trató de sembrar duda sobre Otoniel Hernández, quien para ese entonces era pareja de la occisa. Agregó que desde el principio del proceso se dedicaron a acusarlo de los tres delitos. Indicó que en una ocasión en que se reunió con su padre y su medio hermana, ella había negado que Cuervo Aguirre fuera el padre de la criatura, y que según declaraciones a Q’HUBO de don Julio Ermes, él dijo que nunca se interesó por saber quién era el papá de la chiquilla.
De otra parte, dijo que para hacer algún curso en la Policía no existía prohibición de adelantarlo si se tienen hijos: “Sería muy injusto que me llegasen a condenar por algo que ni siquiera se me ha pasado por la cabeza, ni con Angie Tatiana, ni con otra persona, porque en la Policía no sólo uno aprende a pelear, sino también de derechos humanos”, argumentó el sentenciado.
Denunció amenazas
Al finalizar la diligencia, don Julio Ermes Cuervo, padre de Angie Tatiana y abuelo de Angie Daniela, manifestó a los presentes en la diligencia, que según él, la progenitora de Jhon Andrés Cuervo Aguirre, lo habría amenazado de muerte.
Ayer en la tarde, el señor Cuervo se encontraba en las instalaciones de la Fiscalía instaurando la denuncia respectiva: “Ella me dijo que esto no se iba a quedar así, que me iba a matar, y otras barbaridades”, precisó.
Agregó que no era la primera vez que sucedía algo similar, y que incluso, el año pasado, unas personas lo estuvieron siguiendo en Venadillo cuando se dirigía a una finca.
En cuanto a la decisión del juez, puntualizó: “Son cosas duras, porque de una parte hay satisfacción porque se hace justicia, pero por otro lado, es muy duro, porque es mi hijo”, concluyó.
Los móviles
De otra parte, el procurador indicó que se determinó científicamente que Cuervo Aguirre es el padre de la bebita desaparecida. Sostuvo que una testigo quien compartió el asiento de bus con Angie Tatiana desde Venadillo a Ibagué, refirió que la occisa le había dicho que el padre de la niña, quien la llamaba por celular, era policía.
Además, que llamaba la atención la postura de Angie Tatiana sobre demandar a su homicida por los alimentos de la bebé, lo que podía establecer una causa que era el que se conociera públicamente que Cuervo Aguirre había tenido relaciones con su hermana y tuvo una hija con ella. Algo que sería trascendental para su carrera profesional en la Policía. Según el perfil del agresor y las circunstancias, indicaba que esas eran las causas determinantes de la muerte de Angie Tatiana y la desaparición de Angie Daniela.
“(…) contando con tan mala suerte, que no le bastó desaparecer a la hija, porque apareció el cordón umbilical. Eso no se esperaba para demostrar el parentezco y el vínculo entre victimario y víctimas”, manifestó el Procurador Judicial.
