IBAGUÉ. Una de las mejores etapas del Deportes Tolima en el fútbol colombiano fue en 2010, cuando el equipo tenía una gran nómina que hizo historia en la Copa Sudamericana de esa temporada al quedar eliminado en cuartos de final ante Independiente, Argentina.
En ese entonces, el técnico era el tolimense Hernán Torres Oliveros que tenía jugadores como Wilder Medina, Christian Marrugo, Jorge Perlaza y Rodrigo Marangoni.
Sin embargo, en uno de los entrenamientos, Torres reunió al equipo principal y las divisiones menores para que entrenaran juntos, donde se encontraba el tumaqueño Gerson Becerra Quiñones, que por culpa de engaños de parte de empresarios del fútbol, impidieron que siguiera vestido de cortos.
Hoy en día, Becerra de 21 años, regresó a Ibagué no vestido de ‘Vinotinto y Oro’ sino como chef profesional, carrera que estudió en la ‘Ciudad Musical’ mientras pertenecía al conjunto tolimense, eso sí, con autorización de Torres.
Q’HUBO dialogó con Becerra, quien recordó su paso por el equipo, por Chicó y Once Caldas y de su restaurante Pipilongo, ubicado en la Avenida Guabinal con calle 64.
¿En qué año estuvo en las divisiones menores del Deportes Tolima?
Estuve en 2010 – 2011, entrenando en el último año con el equipo profesional con Hernán Torres y luego abandoné el equipo.
¿Para dónde se fue?
Salí a Chicó porque me brindó una mayor oportunidad, es decir, lo que no me daban acá me lo ofrecían allá; pero, cuando estaba bien, a mis empresarios no les gustó lo que me brindaba en el contrato porque no era muy beneficioso para ellos, por lo que me dijeron que no estuviera más allí, por lo que me llevaron a Once Caldas y las cosas no se dieron.
En ese tiempo, ¿quiénes eran los dueños de su pase?
James García, que a los 13 años me trajo de Tumaco a Ibagué, jugando en Mi Nuevo Tolima y luego el Tolima se fijó en mí con el entrenador ‘Ratón’ donde se hizo un convenio de opción de compra para las inferiores.
Con Tolima, ¿salió campeón de la Copa Samsung en 2010?
Esa fue la primera copa que se hizo a nivel nacional.
¿En Tolima, Chicó y Once Caldas que le ofrecieron?
Con Tolima tenía opción de compra, me daban los pasajes y en los viajes me daban unos viáticos; en Chicó me pagaban un salario mínimo y con Once Caldas, en el acuerdo que se hizo me daban mejores cosas y eso nunca pasó.
¿Estando con Tolima estudió culinaria en el Sena?
Pensaba que no iba aguantar porque estudiaba desde las seis de la tarde a 6:00 a.m., y luego salir corriendo a entrenar con el equipo, que gracias al profesor Torres me dejaba salir más temprano para llegar a clases.
¿Ahora tiene un restaurante llamado Pipilongo?
Estamos próximos a cumplir un año en Ibagué.
¿Cuál es su fuerte en la cocina?
Inventar platos que en ningún lado los vendan, por ejemplo una hamburguesa que se llama “El Mar no tiene precio”, que lleva un filete de corvina apanado, ceviche, camarones tigres, papas a la francesa que cuesta 19 mil pesos.
¿Cuál es el plato más apetecido?
Es el arroz endiablado.
¿A qué horas inicia a tender en Pipilongo?
De lunes a viernes de 2:00 de la tarde a 11:00 de la noche, sábados y domingos desde las 10:00 a.m., a 11:00 p.m.
