De milagro se salvó de la explosión

 

IBAGUÉ. Una pequeña plegaria a Dios para que lo salvara y cerrar los ojos, fue lo único que pudo hacer Wilson Olarte Mendoza, que sólo esperó que su camión se estrellara para que se detuviera, debió a que se había quedado sin frenos.

El caso evidenció que los milagros sí existen porque Olarte llevaba un cargamento de pintura y tarros de Thinner, lo que hizo que se prendiera el camión de placa LAH-753 luego de que se volcara a la altura del kilómetro 12 entre la vía Ibagué – Gualanday.

“El carro se cayó y las llamas empezaron, pero casi no me puedo salir”, manifestó Wilson.

El afectado había salido de Cali con destino a Bogotá, donde dejaría el cargamento de 306 tarros de pintura y ocho canecas de Thinner. Al menos tres botes estallaron por lo que generó temor y puso en riesgo la vida de los operarios de la ‘Concesionaria San Rafael’, que llegaron a la zona para controlar todo con apoyo de la Policía de Carreteras y los bomberos de Ibagué que apagaron la conflagración.

Cuando todo estaba supuestamente bajo control, las llamas volvieron a salir del automotor lo que obligó a que las personas que estaban cerca se retiraran.

De inmediato se llamó nuevamente a las unidades de bomberos, que ya se habían retirado de la zona.

Sobre la 1:30 de la madrugada una máquina con un grupo de socorristas llegó y afortunadamente extinguieron las llamas por segunda vez, ya que que estaban ‘tomando fuerza’, al igual que algunas de las vasijas que se soplaron a tal punto que por poco explotan. Finalmente, a las 2:00 de la madrugada se normalizó la emergencia, abriendo paso nuevamente en la vía.

Perdió su camión

Wilson Olarte Mendoza, de 30 años de edad, vive en Bogotá con su esposa e hijo. El hombre había hecho un negocio con el camión que lastimosamente se le quemó ayer. El automotor le había costado 50 millones de pesos, pero sólo le faltaban 500 mil pesos para terminar de cancelarlo.

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