IBAGUÉ. Como si se tratara de una importante cita deportiva con el equipo de sus amores decenas de seguidores e hinchas del Deportes Tolima se aglomeraron en la parroquia Cristo Rey del barrio Picaleña en Ibagué para rendir un sentido homenaje y despedir en medio de un ‘carnaval’ de cánticos y banderas a uno de sus más queridos amigos que en la tribuna sur del estadio Murillo Toro era conocido como ‘La Chinga’, pero su nombre de pila era Santiago Alturo Benavides.
El adolescente de 14 años se encontró con la muerte cuando regresaba de Bogotá la noche del miércoles lleno de orgullo porque acompañó a su amado Tolima en el empate que le sacó al ‘encopetado’ Santa Fe (1-1). ‘La Chinga’ al parecer se cayó de una ‘mula’ en movimiento cuando regresaba como ‘guerrero’ a la capital tolimense a reencontrarse con su amorosa madre, Carolina Alturo Benavides, que en la casa de Dios lució bastante afectada por la ausencia de su hijo.
Exequias. La eucaristía fue programada para las 4:00 de la tarde, pero media hora antes el lugar se ‘tiñó’ de Vinotinto y Oro con el arribo de familiares y esos amigos que ‘La Chinga’ hizo a través de una pasión llamada Deportes Tolima y quienes no lo abandonaron en este momento. Pese a la tristeza del cielo al recinto ingresó la plantilla Sub-20 del Club encabezada por el mundialista Jamilton Campaz. Los ‘muchachos’ fueron acompañados por los históricos Dúmar Rueda y Carlos Castro, que estuvieron presentes durante los 40 minutos de eucaristía.
Al finalizar la misma, el féretro fue conducido a las afueras de la parroquia bajo una ‘tierna’ llovizna y entre cánticos el grupo de jugadores posó junto a ‘La Chinga’ para las fotos y videos del recuerdo, gesto que fue aplaudido y agradecido por los familiares del difunto.
Santiago partió al cielo entre llantos y lamentos, pero seguramente en ese lugar divino tiene reservado un lugar en el palco para continuar alentando al Deportes Tolima de su corazón.
