Docentes del Leonidas Rubio aseguran que la Rectora los trata como si estuvieran en un batallón

Unos maestros se declararon en Asamblea Permanente hasta que tengan respuesta de la Secretaría de Educación. Fotos Hélmer Parra 

En Asamblea Permanente se declararon 40 docentes de la Institución Educativa Leonidas Rubio, de Ibagué. Le solicitan a la Secretaría de Educación municipal que cambie a la rectora Ofelia Hernánez, quien lleva siete meses en el cargo. 

Al parecer, la relación interpersonal entre la mayoría de maestros y la directiva pasó de ‘castaño a oscuro’. Según la versión de los educadores, la funcionaria los trata como si estuvieran en un batallón. 

En diálogo con Q’HUBO, el profesor Jonás Alfonso Molina Velásquez cuestionó, además del supuesto maltrato, el cambio en la metodología y de la jornada: “Administrativos y docentes fuimos muy tolerantes, pero dijimos no más. Dijimos cero tolerancia al maltrato. Durante 40 años los profesores de la Institución lucharon para alcanzar el reconocimiento de la Institución, teníamos un plan de estudio y ella llegó y lo cambió sin tenernos en cuenta a nosotros”, cuestionó.

Una sola jornada

Agregó el maestro que otra inconformidad de ellos y de los padres de familia, es que la  Rectora dejó solo una jornada de estudios. “La mayoría de los estudiantes pertenecen a estrato Uno y Dos. En algunos hogares solo hay un computador o un celular y ella ordenó que las clases solo sean en la mañana. Hemos tenido muchas reuniones, pero asegura que ‘cada loro en su estaca’ y que ella es la Rectora y la persona que manda”, puntualizó el vocero de los docentes. 

Al cierre de esta edición, el secretario de Educación, Juan Manuel Rodríguez, no se había pronunciado sobre el caso. 

¿Qué  dice la Rectora?

Respecto a la manifestación, la rectora Ofelia Hernánez expresó que desde que llegó al plantel educativo está trabajando por el bien común, por tal motivo tomó correctivos apoyada en el Consejo Directivo, donde tiene voz y voto. 

Agregó que todo empezó “porque logré constatar que la aseadora no tenía impedimento para hacer su trabajo. Yo la puse a trabajar en sus funciones, tenía unos permisos sindicales que se le dieron, pero el resto del día le dije que debía hacerlo y desde allí me convertí en su enemiga número uno», puntualizó. 

Añadió que nunca ha maltratado a nadie y que sí ha generado directrices de organización “porque hay personas que no cumplen sus funciones». 

Denuncia 

Según Ofelia Hernández, el disgusto con los docentes también tiene que ver con una denuncia que ella interpuso ante las autoridades, pues unos padres de familia entregaron  unos dineros para unos carnés y unos proyectos, pero la plata no llegó a las cuentas del servicio educativo. “La plata se perdió, yo denuncié y desde allí empezaron los problemas. La Fiscalía tiene el proceso», explicó.

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