El aumento de construcciones, al parecer irregulares en el cañón del Combeima, en zonas aledañas al río, ha sido denunciado en varias ocasiones por personas y organizaciones de Ibagué que advierten el riesgo que representa esta situación para el afluente y la seguridad de los habitantes de dichas estructuras, muchas de las cuales corren el riesgo de colapsar por estar construidas sobre laderas.
¿Construcciones irregulares?
Desde hace varios años, ambientalistas, políticos y ciudadanos de la ciudad vienen denunciando el crecimiento exponencial que ha tenido la construcción de viviendas residenciales y turísticas en la ribera del río Combeima, por lo que solicitan que las autoridades municipales y ambientales tomen cartas en el asunto para evitar emergencias como la ocurrida durante la madrugada del pasado jueves 23 de septiembre.
Uno de los denunciantes es el concejal de Ibagué, Rubén Darío Correa, quien en los últimos meses le ha puesto la lupa a esta situación. El cabildante primero denunció la construcción de una mansión en el sector de Valle Escondido. Según él, esta lujosa construcción le pertenecería al actual Gobernador del Tolima, información que ya ha sido desmentida por el Mandatario seccional.
La cuestión con esta mansión, según Correa es que, al parecer, se está edificando sin cumplir con las normas urbanísticas, ambientales y laborales. Además, el lote donde está siendo construida queda a menos de 100 metros del río y durante las obras, al parecer, habrían ocupado su cauce para el cruce de maquinaria pesada.
Otra propiedad
La última denuncia del concejal Correa, relacionada con las construcciones irregulares en el cañón del Combeima, la efectuó el pasado 9 de septiembre y tiene que ver con una segunda mansión ubicada en la vereda Ramos y Astilleros que, según él, cuenta con acabados de lujo, tiene más de 40 metros de frente, pesa aproximadamente 300 toneladas y no tiene permisos ni licencias de construcción.
En la parte posterior de dicha estructura hay una ladera cercana al río que ha venido cediendo y amenaza con derrumbar las casas construidas sobre la misma. Mientras esto ocurre, denuncia el concejal Correa: “ni Cortolima ni la Alcaldía se pronuncian ni toman cartas en el asunto”.
Esta misma situación se repite en varios tramos de la vía que conduce al cañón del Combeima. Hace un mes, un líder de la comunidad de ese sector le manifestó a Q’HUBO que las personas que llevan a cabo ampliaciones o adelantan obras en la vereda son: “gente que tiene su lote, un lote grande y acomodan a dos o tres más para que construyan sus viviendas (…) el año pasado con la pandemia creció la construcción”.
((Dato))
En Ramos y Astilleros han construido algunas viviendas de lujo de hasta dos y tres pisos y actualmente hay varios lotes a la venta.
