IBAGUÉ. Ayer, en horas de la tarde, las autoridades fueron alertadas de una aparente riña en el barrio Protecho II, pero al llegar al lugar encontraron una escena criminal.
Jorge Uriel Montoya Cárdenas de 33 años de edad, había asesinado con un revolver calibre 38, a su ex esposa, Amanda Jiménez de 26 años, con un disparo en el pecho, y luego, el hombre se suicidó al propinarse un tiro en la cabeza.
La escena del homicidio y suicidio fue presenciada por la pequeña hija de la pareja quien, con 12 años de edad, pedía a gritos que llamaran una ambulancia para atender a sus padres.
Crimen pasional. Los primeros datos que obtuvieron las autoridades se centraron, en que el hecho fue incentivado por celos. “Ellos llevaban cinco meses separada”, afirmó el subcomandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, coronel Héctor Adolfo Mora Pastrana.
Las personas que conocían a la pareja, explicaron que el hombre habría cometido este acto criminal luego de conocer que su ex mujer sostenía una relación sentimental con otra persona. Además, comentaron que la pareja estaban en proceso de reconciliación.
Dolor. Luego de media hora de sucedido el hecho, una mujer, al parecer hermana de la occisa, se acercó al lugar a insultar, según los testigos, a la familiar de Montoya Cárdenas, culpándola de la situación.
Duelo. Mientras el CTI la inspección de los cuerpos, la hija de los ex esposos recibía acompañamiento psicológico para ayudarla en el proceso de aceptación de la muerte de sus padres. La pequeña en varias ocasiones preguntó por el estado de salud de ellos.
