Las barberías cada vez adquieren más fuerza en la ciudad

IBAGUÉ. “Anteriormente las únicas que se cuidaban eran las mujeres, pero de un tiempo para acá nosotros los caballeros nos hemos vuelto vanidosos”, explicó entre risas Elvis Domínguez, un barbero venezolano que llegó a Ibagué a exponer su destrezas con la máquina, luego de ser consultado por el auge de las barberías en la Ciudad y el País.
Al parecer este concepto de negocio se ‘reinventó’ para ser más atractivo y salió adelante luego de quedarse relegado en la década del 2000. Las barberías de la actualidad no solo ofrecen el tradicional corte de cabello, sino una amplia gama de cuidados para el rostro masculino. Además cuentan con videojuegos, cartas, venta de licor, pantallas con eventos deportivos o videos musicales, entre otros, es decir todo un templo a la masculinidad.
En Ibagué hay barberías en zonas exclusivas y populares, en grandes supermercados o centros comerciales, así como en barrios populares de toda la geografía.

Servicios. Domínguez, de 36 años y con ocho de experiencia, trabaja en una barbería ubicada por la carrera Quinta en la vía al Salado. Él mientras traza con delicadeza una línea en el cabello de su cliente expone que el negocio ofrece un servicio exclusivo para caballeros.
“Hacemos todo tipo de cortes con figuras como estrellas, nombres o líneas, estas últimas son las más comunes. También realizamos pigmentación (coloración) de cejas, barba y cuero cabelludo. También hacemos limpieza facial con vaporizador y mascarilla para puntos negros”, dijo el barbero, quien agregó que los precios oscilan entre los 10 y 15 mil pesos, dependiendo del servicio que requiera.
Sin embargo, hay mujeres que acuden al recinto a solicitar cortes ‘bajitos’ con máquina o que les dejen bien ‘puliditas’ las cejas.
“Lo que no hacemos es cortar el cabello largo porque no es lo de nosotros, quizá a una despuntada nos le medimos”, puntualizó.

Fidelización. Pese a que no tomó curso alguno y aprendió de forma empírica, Domínguez estima que “con este arte se nace y se lleva en las venas” y en la actualidad es un gran profesional. Su trabajo tiene ‘encantados’ a los clientes que en ocasiones esperan dos o tres turnos para que él les corte el cabello, y eso habla de su destreza en lo que hace.
“Mi día más movido fue el sábado antepasado (Fin de semana de San Pedro), pues trabajé desde las 9:00 de la mañana hasta las 10:30 de la noche y alcancé a hacer 46 cortes”, dijo con satisfacción.
En tanto que un día suave o ‘menos movido’ puede peluquear a unas 10 o 12 personas.
Las cifras son un reflejo del incremento en la demanda y el gusto de los jóvenes por las barberías de ahora.

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