IBAGUÉ. Ayer la familia de César Augusto Agudelo Calderón le dio el último adiós en el Parque Cementerio Los Olivos. El ibaguereño fue asesinado mientras jugaba damas chinas en la localidad de Usaquén en Bogotá.
El cuerpo de Agudelo Calderón fue traído desde la capital de la República el miércoles en la noche hasta la funeraria en Cádiz donde fue velado y posteriormente sepultado. Aunque su familia no quiso hablar sobre el homicidio, la noticia fue publicada por Q’HUBO Bogotá.
El hecho de sangre sucedió el lunes en la calle 187C con carrera Séptima del barrio El Codito a eso de las 5:00 de la tarde, donde Agudelo Calderón entre risas disputaba la partida de damas chinas.
Mientras las fichas blancas y rojas eran movidas por los jugadores un sujeto arribó al lugar y se acercó a la mesa. Allí entabló una conversación con el hoy fallecido.
Según testigos, el diálogo se tornó tenso y de un momento a otro se formó una riña en medio del juego de mesa, y el victimario desenfundó un arma de fuego contra la humanidad de Agudelo Calderón tres veces.
El ibaguereño cayó al piso y su verdugo huyó hacia el norte de la Ciudad guardando su arma entre el pantalón, minutos después llegaron varios uniformados y hallaron a Agudelo Calderón tendido en el piso, por lo que fue trasladado hasta el Hospital Simón Bolívar. Los profesionales de la salud no lograron salvarle la vida pues perdió mucha sangre ya que dos balas ingresaron en su abdomen y otra rozó por su cabeza. Las autoridades investigan si el asesinato estaría relacionado con un ‘ajuste de cuentas’.
Sobre el occiso. De Agudelo Calderón se conoció que trabajaba como mecánico en un taller en la localidad y que tenía una hija de cuatro años de edad, que era la luz de sus ojos. Al parecer el joven se hizo amigo de un hombre con quien compartió el gusto por el juego de mesa y con el que frecuentemente se reunían para disputar las partidas.
