Lo que escuchamos tiene mucho poder

Margarita María Londoño qhuboibague@gmail.com 

El efecto favorable que genera la música en el cerebro humano es eminente.  

De alguna u otra forma a los seres humanos se nos mueven las emociones en el momento de sentirnos identificados con algún tipo de melodía, esto sucede porque nos permite la liberación de los sentimientos más profundos e incluso aquellos que están muy bien escondidos. 

El oído es uno de los sentidos que conecta fuertemente con la parte mental. De tal manera, las composiciones musicales cobran sentido y significado, convirtiendo los sonidos en algo comprensible, sin desconocer que estas mismas tienen el poder de animarnos, relajarnos, alegrarnos o entristecernos.

En el ámbito de la psicología, los distintos ritmos musicales se han vuelto algo elemental para ayudar a pacientes que padecen de trastornos cognitivos, emocionales y conductuales, sobre todo con notas musicales específicas que logran tocar las fibras psíquicas, causando la modificación de consciencia y la transformación de afecciones mentales de manera efectiva. 

Aunque hay que resaltar que existen diversas canciones de distintos géneros que influyen directamente en las emociones, teniendo claro que si estamos felices nuestro optimismo incrementará, lo que hace que seamos más creativos, con disposición a la acción y con voluntad de llevar a cabo nuestros proyectos, aprovechando todos los recursos existentes. No obstante, si el estado es depresivo podría empeorar el estado anímico. Investigaciones han descubierto que la música tiene estrecha relación con los sentidos y el cerebro, lo cual brinda una función única en cada ser, fomentando el desarrollo de la inteligencia, las habilidades, las destrezas, las emociones y la personalidad. 

Beneficios de la música para la salud 

1- Reduce la ansiedad, el estrés y la depresión. 

2- Reduce el dolor.

3- Aumenta el 

 optimismo.

4- Ayuda en los 

trastornos mentales.

5- Fortalece la coordi- nación y la atención.

6- Estimula el sistema inmunológico.

7- Regula el sueño. 

8- Sube el ánimo. 

9- Controla el apetito.

10- Relaja la mente y el cuerpo. 

11- Favorece las relaciones sociales. 

12- Desarrolla la parte afectiva. 

13- Comunica sentimientos. 

14- Mejora la circulación sanguínea.

Margarita María Londoño Psicóloga-Especialista
Instagram: @margarita_psicologa86

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