IBAGUÉ. Las pérdidas en dinero y de mercancía que empezó a notar Álvaro Ramírez en su negocio lo llevaron a investigar lo que estaba pasando.
Las pérdidas eran de al menos 35 millones de pesos y eso tenía muy alcanzado a Ramírez con las facturas.
Cuando averiguaron descubrieron que estaban robando al mediodía: “Mi primo salía a almorzar a su casa y nosotros de confiados los dejábamos acá”, dijo la víctima, refiriéndose a los dos presuntos ‘pillos’.
Los sospechosos eran Uriel Bonilla, (foto derecha) y Pedro Lozano, quien llevaba cuatro años en la empresa.
Ramírez llamó a la Policía y cogieron a Bonilla con un bulto de fríjol y a Lozano en el negocio, y ambos fueron llevados a la Fiscalía.