Los protege un plástico

El señor Yesid y su familia se han convertido en cuidadores del sector. Se han ganado el cariño de los vecinos y trabajadores de la obra en la calle 103. Foto: Jorge Cuéllar / Q’Hubo Ibagué.

REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com

Don Yesid Soto, un bogotano que hace un mes llegó a vivir con sus dos hijos en un cambuche, en la calle 103 de Ibagué, se ha ganado el cariño de los habitantes de la zona y de los trabajadores de la obra. El adulto mayor le contó su historia a Q’HUBO con el objetivo de que alguien le ayude a tener una casa o por lo menos un lugar digno donde las lluvias no lo alcancen.

Hace un año, luego de un fracaso económico, el adulto mayor llegó con sus hijos, Yenny, de 43 años, y Freddy, de 45, a Ibagué. Toda su vida ha sido maestro de construcción, pero hace unos años dio con un socio que lo estafó y lo ‘dejó sentado’.

“Un señor me quitó 30 millones de pesos y quedé desubicado. Fue una tremenda cachetada de la que no me he podido recuperar. Me dejó en el piso”, dijo.
Recién llegó a ‘La Musical’, alquiló una pequeña casa en el barrio Villa Magdalena, cerca a la Plaza del Jardín, y como se atrasó unos días con el pago del arriendo, el dueño de la vivienda le dijo que tenía que desocupar.

Junto a sus hijos y dos perros, él buscó un lugar en arriendo por el sector, pero el más barato que encontró, según el testimonio, fue un tercer piso y valía 350 mil pesos mensuales. Sin embargo, la casa tenía unas escaleras en forma de caracol y el trasteo lo tenía que subir con un lazo. Para colmo de males, el dueño le advirtió que si le arrendaba, el consumo de agua y energía era limitado.

Con pocas opciones para vivir en un lugar adecuado, decidió pegar unas guaduas al lado de un parqueadero de la calle 103 y armar un pequeño cambuche.

Sobrevivió a una descarga

En su relató, don Yesid recordó que hace más de 15 años, cuando instalaba el techo de una vivienda en Bogotá, con una teja de zinc tocó una cuerda de energía de alta tensión. La descarga lo dejó cuatro días en estado de coma y en cama varios meses, pero poco a poco, con el amor y ayuda de su esposa (que ya falleció y que recuerda con nostalgia ) salió adelante y se recuperó.

“El brazo derecho y las piernas quedaron como muertas, no las podía mover. Ahora puedo caminar bien, sin embargo, me ayudó con un bastón porque a veces pierdo fuerza en una pierna”, expresó.

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