IBAGUÉ.Desde hace 15 días los problemas entre Pablo Emilio Amaya Vázquez y Juan David Quintana Gallego iniciaron cuando al primero se le desapareció un celular.
Sospechó del joven que trabaja para él en el Jordán construyendo unos gaviones, y quiso cobrárselo con el dinero que le pagaba, pero todo terminó en una venganza.
“Un viernes le dije que me recogiera un celular que había dejado porque tenía que cargar piedra y para no dañarlo. Él no me lo entregó. Al otro día le pagué los días de la semana y de eso me tiró un billete de 50 mil pesos en la mesa por lo del celular”, dijo Amaya Vázquez.
Y agregó: “Después me los cobró y también me pidió 20 mil pesos que le había quedado debiendo del trabajo, pero yo le decía que dejáramos así por lo del celular”.
Sin embargo, la situación se complicó el pasado jueves en la noche. Quintana Gallego llegó a eso de las 7:30 de la noche hasta un tienda del barrio Uribe donde la víctima tomaba unas cervezas, le pegó un puño en el pecho y huyó.
Una hora después, Amaya Vázquez quiso regresar a la casa, ubicada en la parte baja de la Martinica, donde también vive el joven de 18 años de edad.
Allí lo estaba esperando con un machete, pero primero le lanzó una piedra que le pegó en la cabeza. Luego le pegó los dos ‘machetazos’ que le rompieron el cráneo.
Herido siguió hasta la casa y luego fue trasladado a la Clínica Nuestra Señora del Rosario donde permanece hospitalizado.
Esa misma noche la Policía detuvo a Quintana Gallego, quien compareció ante el Juez Quinto Penal Municipal con Función de Control de Garantías.
La Fiscalía le imputó el delito de tentativa de homicidio, el cual no aceptó, y fue enviado a la cárcel.
