Margaritas ardientes: Tragedia bajo las llamas

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IBAGUÉ. Juan Pablo Molano, taxista, llegó ayer en la mañana a su casa ubicada en el asentamiento Las Margaritas y le pidió a su esposa, Paola Bautista, que le diera el desayuno. Según la mamá de la joven, le fue a calentar un tamal. De repente, lo que parecía un día común y corriente, se convirtió en momentos de miedo, tristeza e incertidumbre a raíz del fuerte incendio que consumió algunas viviendas del sector, y dejó otras afectadas (Haga click aquí para ver más fotos).

Al lugar llegaron unidades del Cuerpo de Bomberos de Ibagué y también varios cuadrantes de la Policía Metropolitana; el primero en llegar fue el 61, que informó por radio a otras unidades para coordinar la atención de la emergencia con los distintos organismos de socorro.

María Elena Cutiva, mamá de Bautista, indicó que escuchó los gritos de la joven madre de dos niñas cuando las llamas empezaron a ganar terreno:

“No dio tiempo de nada, por más que lucharon. Un señor se quemó, pero gracias a Dios todos estamos bien”, comentó en medio del llanto.

Ana Judith Bustos, líder del Asentamiento, indicó que afortunadamente no hubo víctimas fatales: “Lo material se puede conseguir a futuro. Le damos gracias a Dios que no hubo pérdidas humanas ni heridos graves, pero le pedimos al Gobierno que por favor veamos a estas familias. Somos una comunidad pobre y ellos se quedaron sin nada, y necesitan apoyo de la Alcaldía, de todos los que más puedan colaborar. Quedaron sin ropa, ni alimentos, ni nada. Les agradecemos en lo que puedan colaborar”, dijo.

Bustos aprovechó para solicitar por medio de Q’HUBO, que los buenos corazones de la capital tolimense se manifiesten con el fin de ayudar a estas familias y tratar de volver a empezar, por lo que solicitó guaduas, tejas, láminas de zinc, tablas, entre otros elementos: “Quienes de pronto tengan una cama, eso le serviría mucho a estas familias”, puntualizó.

Sobre las personas mayormente afectadas, puntualizó que son de escasos recursos:

“Lamentablemente hubo ese escape de gas y sucedió esto. Están demasiado alterados por lo que pasó”, concluyó la líder del asentamiento.

 

¿Qué pasará con nosotros?

 

Celina Ocampo también perdió su casa, ubicada al lado del predio donde inició la tragedia. La mujer, de 78 años y quien vive con un nieto suyo, contó a Q’HUBO, que la situación empezó a eso de las 8:00 de la mañana: “Yo estaba en otra casa porque no tenía gas y fui a que me dejaran hacer una aguadepanela, cuando escuché la bulla de que se había incendiado, y vi prendida la manguera del cilindro”, comentó.

La mujer añadió que le avisó a la gente que estaba allí que intentara sofocar las llamas con tierra, porque no se debía usar agua, “pero en la confusión nadie oye. Lo apagaron con agua y se siguió incendiando hasta que se quemaron las casas, entre ellas la mía”, sostuvo acongojada mientras buscaba consuelo entre los brazos de sus nietos. “¿Qué pasará con nosotros? Quién sabe”, concluyó.

 

Sacaban lo que podían

 

Luz Marina Marín, vecina del lugar, corría con una maleta que alcanzó a sacar de su vivienda: “No sabemos qué fue. Yo estaba haciendo de comer cuando pasó todo. Seguro el cilindro lo dejó prender”, dijo la mujer, quien lleva siete años viviendo en el lugar.

 

Lo único que le importó fue ayudar

 

Carlos Andrés Jiménez, de 30 años y dedicado al oficio de la construcción, vive al frente de la vivienda donde el cilindro provocó el incendio. El hombre resultó con una quemadura en la mano derecha cuando intentaba auxiliar a sus vecinos: “Llegué y se estaba incendiando. Quise ayudar, porque uno quiere colaborar. Yo a ellos los conozco poquito. En mi casa se alcanzó a quemar sólo la ventana y un armario”, puntualizó.

 

Confusión, incertidumbre y tristeza

 

Tras la emergencia, los organismos de socorro daban un balance de cinco viviendas afectadas, tres de ellas consumidas totalmente por las llamas, y tres personas lesionadas. Una mujer sufrió una complicación de tipo cardíaco por los momentos de angustia que sufrieron los habitantes del lugar.

El capitán Rafael Rico Troncoso, comandante del Cuerpo de Bomberos Oficiales de Ibagué, indicó que la situación fue atendida por cuatro máquinas extintoras y cerca de 30 integrantes del organismo de socorro. De otra parte, descartó que uno de los cilindros de gas hubiese explotado, como afirmaban algunos medios radiales de la Ciudad: “Hubo una combustión del cilindro, sin explosión”, concluyó.

Q’HUBO, recopiló algunas imágenes que reflejan la magnitud del desastre, y la zozobra de estas familias que tendrán que, como el Ave Fénix de la mitología griega, resurgir de las cenizas.

 

Evaluación del GPAD

 

Félix Salgado, director del Grupo de Prevención y Atención de Desastres de Ibagué, Gpad, indicó que con base en la valoración de daños para determinar el nivel de afectación de los predios, se hará una consolidación. Con lo que haya en la Dependencia y los demás organismos de socorro, se les entregaría ayer en la tarde a los afectados la atención humanitaria del primer orden, “es decir, frazadas, cobijas y colchonetas”, afirmó.

“Lo que son materiales de construcción, como tal, es un proceso un poco más demorado. Por eso vamos a coordinar el tema de los censos con las tres familias que habitaban esas viviendas para ver cómo atenderemos”, concluyó.

 

 

OSCAR BORJA

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