alimentación y otros gastos son muy limitados.
REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Israel Patiño López es un tolimense natural de Planadas, que vive una complicada situación de salud. Desde los 20 años le practican diálisis y aunque en 2010 le trasplantaron un riñón, según su testimonio, en un hospital de Neiva le pusieron un órgano con cáncer. A sus 36 años ha sobrevivido a más de 30 cirugías, no obstante, ha vivido varias presuntas negligencias médicas.
En diálogo con Q’HUBO, el paciente contó que desde muy joven, cuando apenas sobrepasaba la mayoría de edad, la hipertensión le dañó los riñones y la diálisis se convirtió en la única opción para continuar habitando este mundo terrenal.
Aunque por ser joven el trasplante llegó pronto, el procedimiento no tuvo el resultado esperado. “En el año 2010 en el Hospital Hernando Moncaleano de Neiva se llevó a cabo la cirugía, pero dos meses después el riñón donado dejó de funcionar. Empecé a presentar fiebres muy altas y los músculos muy rígidos. Empezaron los estudios y tiempo después los médicos lo retiraron”, contó.
En su opinión, los profesionales del centro médico en mención lo engañaron, pues seis años después se enteró que el riñón donado tenía cáncer.
“Me siento engañado porque fue hasta el año 2019 que una especialista me dijo que no me podían volver a trasplantar porque probablemente ese riñón me había dejado células cancerígenas. Ella me mostró el estudio patológico de ese riñón”, expresó. Para Israel, la noticia fue como un baldado de agua fría porque durante todo ese tiempo, él creía que era posible un nuevo trasplante. La doctora que lo atendió le explicó que debían esperar un buen tiempo para confirmar que los riñones de él, que no funcionaban y no se los habían sacado, no presentaran cáncer.
No obstante, lo que tanto temía llegó: hace una semana en Bogotá los médicos le sacaron a Israel el riñón original derecho porque detectaron un tumor de siete centímetros con alta probabilidad de que sea maligno.
“Ese error, el que los médicos o patólogos no hubieran estudiado bien el riñón donado, me hizo mucho daño. Tres veces a la semana debo pasar por diálisis y luego del retiro del riñón contaminado he pasado por 29 cirugías. En uno de esos procedimientos, un doctor me perforó el intestino y el perineo y me dejó hasta una gasa en el abdomen”, cuestionó.
DATO
La esposa de Israel, Luz Mila Molina, habilitó la cuenta Nequi 313 5013011 para ayudas.
El bolsillo, otro dolor
Debido a su condición médica, Israel Patiño no puede trabajar. No pierde la esperanza de que lo puedan volver a trasplantar. Otro tema que lo afecta es el económico: “Salud Total me remite a Bogotá y otras ciudades y antes no me ofrecía transporte, ni alimentación. A raíz de eso, insturé una acción de tutela y un incidente de desacato, pero por ejemplo, la semana pasada me extrajeron el riñón derecho original, una cirugía muy delicada, pero solo me dieron tres días de alojamiento en una fundación. Teniendo citas médicas, controles y diálisis aquí (en la Capital de la República) según la EPS, debo irme para Ibagué y a los siguientes días volver a viajar. Por Dios, aún no puedo ni caminar”, afirmó.
El jueves, él y su esposa tuvieron que salir de la fundación a donde había sido remitido por Saludtotal e irse a pagar un hospedaje. El tolimense confesó que viven de lo que voluntariamente familiares y amigos les regalan. Un amigo, que también fue trasplantado y que hoy vive en el extranjero, es quien le envía dinero para que pague el servicio de salud. Quiso emprender, pero no fue posible que un banco le prestara dinero.
LA CIFRA
33 cirugías le han practicado a Israel Patiño, un total de 27 después del fallido trasplante de riñón.
