Nuevos detalles en caso de bebé asesinada por sus padres

IBAGUÉ. Natalia Lozano Tautiva y Edwin Alexis Rubiano Rubio fueron presentados ante el Juzgado Séptimo de Control de Garantías señalados de asesinar a su bebé recién nacida y cuyo cuerpo fue hallado el 17 de abril de 2017 en el Conjunto Montecarlo en El Salado.
Señaló la Fiscal Novena de la Unidad de Vida, que la pareja tiene tres hijos, una niña de 11 años, hija de la detenida y otro hombre, a quien le entregaron; así como otra niña de tres años y un bebé de dos meses de edad que la familia de la mujer tomó a cargo.

El hallazgo. Recordó la delegada del ente acusador, que para ese 17 de abril Rubiano Rubio se acercó asustado al vigilante y le indicó que en el contenedor de basura había un feto dentro de una bolsa que había hallado en el armario de su apartamento 306.
La Policía hizo la inspección del cadáver del bebé en descomposición que estaba dentro de dos bolsas, envuelto en una blusa de pijama, con una toalla de baño y una toalla higiénica ensangrentada.

Lo negaron. La pareja fue entrevistada por los investigadores e indicaron que para el 13 de abril, época de Semana Santa, viajaron a San Juan de Ríoseco, Cundinamarca, de donde es el detenido, a visitar a sus familiares y al llegar sintieron un olor a podrido, por lo que pensaron que era una leche vieja, lavaron, pero al día siguiente el hombre halló en el armario de la niña de nueve años una bolsa mojada que expelía el olor nauseabundo. Dijo que hasta le pidió a la pequeña que oliera la bolsa donde halló a la bebé muerta.
Mientras la mujer señaló que llevaba viviendo seis meses en el lugar, dijo que no estuvo embarazada, ni había visto a una en el lugar.

Las pruebas. La ropa fue sometida a un examen pericial en Bogotá, donde indicaron que la sangre hallada en la toalla higiénica y la toalla de baño era humana, la misma fue entregada el 31 de junio del año pasado.
Luego la pareja se sometió a un examen de ADN, cuyo informe del pasado 11 de junio arrojó que la bebé era hija de los dos.

Sin rastros del embarazo. Luego de rastrear los registros de las EPS y controles prenatales tanto de la bebé muerta, como del niño de dos meses de edad que tiene en la actualidad la pareja, la mujer no acudió a ninguno y nacieron fuera de un hospital.
Así que la Fiscal indicó que el fin de los esposos era ocultar a la bebé muerta, por lo que les imputó el delito de homicidio agravado por la cercanía, la violencia ejercida a la pequeña y obrar en coparticipación criminal.
Al cierre de esta edición, la Juez decidía si los enviaba a la Cárcel de Picaleña.

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