La pandemia ha traído a la cotidianidad de millones de ciudadanos la práctica de diversas medidas sanitarias con el fin de combatir el Covid-19. Sin embargo, muchos de los protocolos de bioseguridad empleados carecen de efectividad.
Ese, precisamente, es el caso de la toma de temperatura en lugares públicos. De acuerdo al infectólogo Carlos Álvarez, es complejo que se puedan identificar con claridad algunos síntomas, pues la mayoría de portadores del virus son asintomáticos.
A esta medida, cuya efectividad es poca, se le suman los tapetes desinfectantes, la aspersión de químicos, la ropa antifluidos y la desinfección de llantas y vías. Según estudios y pronunciamientos del Ministerio de Salud, la puesta en marcha de estos protocolos es cada día menos útil.
Ante este panorama, el correcto lavado de manos y la ventilación de espacios cerrados, continúan representando medidas efectivas y sencillas de realizar.
Por esa misma línea también aparecen el distanciamiento y la reducción de encuentros.
