«Que sea lo que Dios quiera»

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CAJAMARCA. Diversas reacciones provocaron en la población Cajamarcuna los resultados de los estudios que realizaron la Universidad Nacional y Cortolima, sobre una eventual erupción del Volcán Cerro Machín que llegaría a arrasar con esta localidad y también con Anaime, Toche, Tapias, y Coello Cocora, e incluso destruir parte de la vía Panamericana que conduce a Ibagué.

Por las calles de Cajamarca, hay toda clase de comentarios, desde una supuesta estrategia para permitir la explotación minera sembrando el miedo en las zonas de influencia, hasta una aparente orden del Presidente para quedarse con la principal despensa agrícola de Colombia. Lo que sí es cierto, es que ronda la incertidumbre y la desinformación sobre lo que está ocurriendo.

Eufrasio Castiblanco, nacido en Boyacá, pero que desde hace 50 años frecuenta dicha localidad, asegura que el riesgo de erupción tiene un transfondo bíblico: “Eso no se da por mano de los hombres. La Sagrada Biblia dice que el Mundo se debe acabar, y las profecías se están cumpliendo. Nos pueden reubicar, pero cuando llega la hora, puede estar uno donde sea, y si es castigo del Señor, no hay remedio”, afirmó.

María del Mar Caro, auxiliar administrativa del Hospital Santa Lucía de Cajamarca, expresó que sería muy triste partir del lugar que la vio nacer y crecer: “Que digan de un momento a otro que nos tenemos que ir, aunque no debemos aferrarnos a lo material, sería muy duro dejarlo todo. Una reubicación es buena pero tendría sus consecuencias; la principal pregunta es ¿dónde?”, manifestó.

“Cajamarca es la despensa agrícola de Colombia, de acá salen muchos productos para comercializar, y no creo que la gente del campo se vaya, dejando todo tirado. ¿De qué van a vivir después? Es un problema grande. La gente tiene que concienciarse muy bien, pero también pensar en su futuro. En este momento estamos bajo una amenaza grande”, precisó.

 

Actividad del Machín

 

Ricardo Méndez, director del Observatorio Vulcanológico de Manizales, indicó ayer que el Volcán Cerro Machín presentaba una actividad baja: “Se encuentra en un nivel 3, es decir, amarillo, en que se establecen variaciones múltiples en la actividad. Ha registrado algunos sismos, pero de intensidad bastante baja, menos de un grado, y máximo hasta 1.3 en la escala de Richter”, dijo.

 

“Irnos, ¿para dónde?”

 

Lo que más preocupa a Yaneth Amanda Buitrago, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio 20 de Julio de Cajamarca, es que las autoridades, según ella, aún no se han pronunciado sobre el tema: “En caso de que suceda algo, estamos igual que el temblor pasado, que todo el mundo salió corriendo para donde pudo. Se ha empezado a preparar un poquito a la gente. También nos han dicho que hay que evacuar hacia Potosí, pero en qué nos vamos a movilizar”, afirmó.

“Se habló que los carros de Cotracaime están listos para eso, pero cada conductor tiene su familia, y primero los evacuarían a ellos, por mucho que el carro sea de la empresa, ¿y los demás en qué nos vamos a ir? No podemos dejar a Cajamarca, es prácticamente imposible, porque tenemos nuestras raíces, y las familias se han criado por generaciones y no sabemos para donde tendríamos que salir”, concluyó la líder.

 

Habló el alcalde

 

El alcalde de Cajamarca, Guillermo Rodríguez Moreno, se mostró preocupado ante la recomendación de reubicación: “No tenemos la suficiente capacidad de hacerlo. El año pasado enviamos al Presidente de la República un documento firmado por 10 alcaldes del Quindío y nueve del Tolima, para que nos incluyera un documento Conpes y tener recursos para sortear las dificultades. La respuesta es que nos remiten a nuestros propios recursos; como quien dice, la bola va de un lado para el otro”, afirmó.

“Cajamarca no tiene para ninguna de sus partes un sitio apropiado de reubicación, ni mucho menos la capacidad económica. Esperamos que el Gobierno y los entes competentes evalúen qué podemos hacer para salir de esta situación, porque la comunidad está preocupada por la noticia”, agregó.

Sobre la desinformación por parte de algunos sectores de la población, el alcalde manifestó que a través del Comité Local y el Plan de Emergencias y Contingencias, se ha convocado por barrios y veredas a capacitaciones, “pero son renuentes a acudir, y después dicen que no se les informa. Además tenemos la emisora Machín Stéreo, en la que se difunden a diario los boletines en toda la región”, precisó Rodríguez Moreno.

Dentro de los aspectos más preocupantes para la Administración, está la ruta de evacuación hacia la zona de Potosí, a una hora de camino, y que “solamente es en papel, porque en realidad estos sitios son propiedades privadas, y aún no hay intervención del Estado, ni de nadie, para adquirir y preparar los albergues. Está contemplado un centro de operaciones, un hospital de campaña, un helipuerto, entre otras cosas, pero en teoría”, sostuvo el Alcalde.

Y agregó que una eventual erupción no sería de un momento a otro, y que a través del Observatorio Vulcanológico de Manizales, se viene monitoreando la actividad: “Sabemos que de acuerdo a los indicadores, hay que avisarle a la comunidad, para que cuando lleguemos a rojo, no esté nadie por acá y hayamos tomado todas las medidas preventivas. La comunidad debe ser más cuidadosa en asistir a las reuniones y convocatorias, y estar atentos a los boletines que se emiten por al emisora”, puntualizó el mandatario de Cajamarca.

 

Aprovechar la precrisis

 

Carmen Sofía Bonilla, directora de Cortolima, explicó que la transición de fase de precrisis a crisis podría durar días, meses, o años: “La idea es que esta etapa nos sirva para planificar muy bien en los municipios de Ibagué, Cajamarca, Pijaos, Armenia, y Salento, para que se pueda hacer el mejoramiento en vías de las rutas de evacuación, los asentamientos temporales y definitivos.

“No hay claridad sobre cuándo haría erupción, lo que está establecido es que del inicio de la fase de crisis, a la de erupción, puede ser muy corta, y debe cumplir unas condiciones especiales”, agregó.

Por último, manifestó que la responsabilidad no puede quedar sólo en manos de los gobernadores del Tolima y Quindío, ni de los alcaldes de las poblaciones en riesgo, sino que debe ser un tema a abordar desde la misma Presidencia de la República, hacia abajo:

“Hay que sacar unos recursos, sea por el Comité Nacional de Emergencias, por Gestión del Riesgo, o el Fondo de Calamidades, pero desde ya hay que generar las mejoras en las rutas de evacuación y relocalización para evitar a tiempo una calamidad como la de Armero”, concluyó.

 

OSCAR BORJA – Enviado especial – Q´HUBO

 

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