IBAGUÉ. Desde hace algo más de 45 años los habitantes del barrio La Vega y sectores vecinos encontraron la forma de ganarse la vida sacando piedra y arena del río Combeima. Siempre han tenido un balneario en época de verano y los niños son quienes más disfrutan el recurso hídrico.
Sin embargo, desde hace unas dos semanas no han podido trabajar, bañarse ni descansar tranquilos en la zona. Un olor fétido empezó a brotar del cauce, también el color cambió y ahora baja con espuma.
El problema. Según Andrea Laverde, residente del lugar, observaron que “temprano en la mañana el agua baja limpia, pero a las 8:00 ya se ve con espuma. Es al mediodía cuando se torna turbia y los olores incrementan”.
Y agregó: “Huele a estiércol de vaca y cerdo. Ya no nos aguantamos más. No sabemos de dónde es ese problema”.
Los afectados. Son aproximadamente 40 viviendas las que están cerca al Río Combeima y alrededor de 100 familias las que se sienten perjudicadas con la situación.
Pero quienes más sufren este problema son los cerca de 40 trabajadores en el río. Deben sacar la piedra, gravilla y arena sin importar si el color del agua es negra o roja, como baja en algunas ocasiones.
La hipótesis. Según Jhon Édison Upegui, quien reside en la casa 28, “eso puede tratarse del matadero que está botando el estiércol al río, porque es la única empresa que hay en el Cañón”, contó.
Cortolima está pendiente de la revisión en la parte alta del Cañón, para verificar qué es lo que está causando la contaminación.
