IBAGUÉ. De un altura aproximada de 10 metros, fue hurtada la única campana de la iglesia San Juan Bautista, de la Segunda Etapa del Jordán, y con la que se anunciaba la misa.
Luego de 15 días del robo, no se conoce el paradero del elemento que al parecer es de cobre, y por el que pagan buenos pesos en las bodegas de chatarra.
“La campana se la bajaron en la madrugada a finales de junio, yo me di cuenta tres días después y le avisé a la comunidad. No tenemos con qué anunciar la eucaristía, ahora me tocará por Facebook”, dijo el párroco Juan Carlos Zúñiga, entre risas.
Según el sacerdote, el artículo era el último que quedaba, luego de perpetrarse otro robo semejante, aproximadamente hace cinco años: “La campana grande se la robaron al otro padre y quedó la pequeña, medía 40 centímetros”, explicó.
No obstante, hace seis meses a la iglesia, la despojaron de la organeta con qué se armonizaban las misas: “Rompieron un vidrio y se llevaron el instrumento. La propietaria hizo rifas y así se pudo recuperarlo”, señaló el sacerdote.
