ESPINAL. La última víctima mortal de las balas asesinas en El Espinal fue Jesús Francisco Ramírez Roa, de 47 años de edad.
Aunque su cuerpo fue hallado el martes en la tarde en la vereda Agua Blanca, zona rural de la ‘Ciudad de La Tambora’, fue al día siguiente que se conoció su identidad.
Sus familiares lo buscaron y hallaron en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal en El Espinal.
Qué hacía. El occiso vivía en Ibagué y trabajaba como conductor de un comerciante en el Guamo.
El día de los hechos dijo que salía a visitar a sus hijas y no regresó.
Tenía antecedentes. Ramírez Roa, registraba antecedentes por los delitos de extorsión agravada, fue condenado en 13 de febrero de 2008, a un año y cuatro meses por el Juzgado Promiscuo de Coyaima, y recibió la suspensión condicional de la ejecución de la pena.
De igual manera, el Juzgado Primero Penal Municipal de Conocimiento de Ibagué lo condenó por la misma conducta punible el 25 de septiembre de 2015, a un año, siete meses y 15 días.
Hechos. Al caer la tarde, del pasado martes, el cuerpo sin vida de un hombre, sin documentos fue hallado cerca de las instalaciones del Sena de El Espinal.
Vecinos del sector escucharon varios disparos y al acercarse al sitio vieron el cuerpo que tenía varios impactos propinados con arma de fuego en la cabeza.
Semana de sangre. En menos de una semana los residentes de El Espinal y sus alrededores han sido testigos de cinco homicidios, lo que encendió las alarmas en esa localidad.
Pero la violencia se extendió además al Líbano y Palocabildo, localidades del norte del Departamento, donde han ocurrido homicidios con arma de fuego.
Asesinatos en el Espinal. En el corregimiento de Chicoral, jurisdicción ‘Pelachiva’, asesinaron el jueves 25 de febrero, Jhon Jairo Melo Prada, alias ‘Pepo’, de 36 años de edad, quien fue hallado con varias heridas de arma de fuego, a la orilla del canal de Usocoello.
De igual manera Gonzalo López Rivera, alias ‘Chalo’, recibió heridas con arma de fuego en el rostro, al parecer una pistola 9 milímetros. Este último registraba una anotación por lesiones personales.
Pero, los homicidios siguieron en la jurisdicción del Distrito Uno de la Policía del Tolima.
Era el mediodía del viernes cuando dos sujetos en moto se acercaron al vehículo del comerciante Juan Manuel Grisales Sánchez, cruzaron unas palabras y le dispararon en la cabeza provocándole la muerte de manera inmediata.
El hombre, de 32 años de edad, era propietario de una reconocida heladería y esperaba a sus hijas en la entrada del colegio El Rosario, cuando fue baleado.
Luego, en la tarde en la vereda Montalvo, cerca del Peaje de El Espinal, fue hallado en una trocha el cuerpo de Cenón Barrero Gómez, de 50 años de edad, con dos impactos de armas de fuego.
Otro caso
Ayer a las 11:00 de la mañana, en la vereda Olimpo de Palocabildo, fue hallado el cuerpo sin vida de Jeison Alejandro Salazar vivas, de 19 años de edad, con cuatro impactos de arma de fuego en el tórax.
El hoy fallecido residía en el perímetro urbano de ese municipio y fue asesinado dentro de unos cafetales. Al parecer Salazar vivas, era consumidor de alucinógenos y tenía antecedentes por los delitos de Hurto, y violencia intrafamiliar. La Policía del Tolima investiga quienes podrían ser los posibles homicidas.
Asesinados por microtráfico
En el barrio la Luz del Sol, en la vía que conduce al Matadero en el Líbano fue hallado el cuerpo sin vida de Germán Merchán Rubio, de 45 años de edad. El agricultor, que vivía en el barrio San Francisco, tenía dos heridas propinadas con arma de fuego tipo revólver en su cuerpo.
Esta es la segunda muerte en menos de 24 horas en esta localidad, luego de que en la vereda La Marcada, fuera hallado asesinado de cuatro impactos con arma de fuego, Cristian Camilo Galindo Montealegre, de 18 años de edad. Al parecer los dos homicidios estarían relacionados con temas de microtráfico.
