IBAGUÉ. Cuando Maximiliano Delgado Cruz se levantó a las 6:00 de la mañana a llevar la bacinilla al baño, pensó que sería la rutina de todos los días, pero el destino le hizo una mala jugada. El abuelo de 103 años se deslizó y tuvo una caída que le afectó la cadera.
“Como todos los días iba con la orina a botarla, pero se enredó con algo y cayó”, explicó Aracely Delgado, hija del abuelo, y quien está en silla de ruedas a causa de una afectación en las piernas.
La fragilidad de los huesos de Maximiliano, al tener más de un siglo de vida, hizo que no resistieran el golpe, comprometiendo la mano derecha donde presentó hematomas, al igual que fractura al lado izquierdo de la cadera.
“Un señor que está arrendado nos ayudó con mi papá, porque nosotros no podemos debido a la discapacidad que tenemos”, refirió Ricaurte, otro de los hijos, de 71 años de edad.
Aracely manifestó que el dictamen dado por los médicos del Hospital San Francisco, donde se recupera Maximiliano, señaló que por la longevidad del paciente, y la poca tolerancia que podía tener ante el procedimiento, era complicado hacer la cirugía para reparar la fractura en la cadera. Mientras, tanto el abuelo era estabilizado con calmantes.
EN CIFRAS: 2 hijos viven con el abuelo.
