IBAGUÉ. A las 4:00 de la tarde del viernes Misael Morales Aguiar se presentó en la Defensoría del Pueblo de Ibagué y confesó que a finales de septiembre asesinó a un hombre en la vereda Carrasposo de San Antonio. De inmediato la Sijín de la Policía Nacional asumió el caso.
Historia. Bradi Rodríguez y Gregorio Antonio Saavedra Betancourt arribaron sobre las 7:00 de la noche del viernes 30 de septiembre a la finca Las Chivas de la vereda Carrasposo, propiedad de Aguiar, para inspeccionar unas cabezas de ganado que permanecían en un predio que el hoy investigado les tenía arrendado.
Aguiar les reclamó a sus arrendatarios porque días atrás, algunas vacas habían destruido unos tubos de agua que conducían el preciado líquido desde un tanque a su vivienda, y al parecer ellos se estaban haciendo los locos con el arreglo.
El muerto. El delegado fiscal indicó que Saavedra Betancourt se habría molestado con el reclamo, insultó a Aguiar, se armó con un trozo de tabla y lo retó a pelear, pero supuestamente el hombre ingresó a su vivienda para evitar inconvenientes.
Sin embargo, Saavedra Betancourt habría forcejeado con la esposa del investigado en su afán por seguirlo al interior de la casa, lo que colmó la paciencia de Aguiar que sacó una escopeta de fabricación artesanal y le disparó en el pecho a Saavedra Betancourt.
No aguantó. Rodríguez observó el hecho de sangre y de inmediato subió al herido a un vehículo y lo transportó al hospital La Misericordia de San Antonio donde infortunadamente ingresó sin signos vitales.
Temeroso. Aguiar indicó que horas después del crimen frente a su residencia se parquearon dos sujetos en una motocicleta RX, que según él lo estarían esperando para hacerle daño, por lo que el investigado huyó y días después acudió a la Defensoría del Pueblo en Ibagué por temor a represalias de los allegados al occiso para con su familia.
El hombre fue presentado en audiencia en la capital tolimense donde no aceptó cargos por homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones.
