IBAGUÉ. “Él siempre me dijo que trabajara para sacar adelante a mi niño de 2 años de edad y a mi bebé de 8 meses”, dijo Andrés Benítez, hijo del obrero del Ibal, Nelson Benítez, quien murió asfixiado el viernes pasado después que un alud de tierra, barro y piedras, se le vino encima en una obra donde laboraba.
Además, el hijo mayor narró a Q’HUBO los instantes desesperantes en que él y los demás intentaron socorrerlo: “Todos me ayudaban a tratar de rescatarlo, pero lo único que le alcanzamos a sacar a punta de pala, barras y con las manos fue un brazo, y la cabeza”, afirmó el doliente.
Según allegados del difunto, él se caracterizó por trabajar en lo que le saliera con tal de ayudar a sus cuatro retoños de 10, 13, 15 y 19 años de edad, el último llamado igual que su progenitor.
El joven puntualizó que el Ibal se encargó de correr con los gastos de la funeraria y el sepelio, y con “una pensión que dijeron que le van a dar a mi mamá, pero luego nos ocuparemos del tema porque ahora lo único que nos preocupa es darle a mi papá cristiana sepultura”, concluyó.
