Seis meses con terrible olor: Chorro de aguas negras llega hasta una escuela

El chorro de aguas negras baja por la carrera Cuarta y llega a la escuela, sede del Leonidas Rubio/ Jorge Cuéllar

REDACCIÓN Q’HUBO

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En el barrio Los Mártires, de Ibagué, la comunidad descansó del olor a marihuana, pero ahora tienen un terrible aroma a alcantarilla. Según los testimonios de los vecinos, el Ibal no da solución. El problema está en la carrera Cuarta con calle 36 y las aguas negras bajan por toda la vía principal y llegan a la escuela, donde en una semana los niños llegarán a estudiar. 

“Es un gran problema sanitario. Le hemos informado a la Gerente del Ibal  (Érika Palma). Nos dicen que sí, que sí, que van a venir a arreglar, pero nada y ya han pasado seis meses. Requerimos que vengan y den solución porque el olor es insoportable”, dijo Carlos Julio Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Los Mártires.

El líder recordó, que gracias a la unión de la comunidad y de la Policía, poco a poco fueron alejando a los consumidores de alucinógenos de la zona, no obstante, ahora tienen otro insoportable olor. 

“Poco a poco los jóvenes consumidores han entendido que deben buscar un lugar más lejano para fumar. Antes venían al Estadio a fumar marihuana, pero de tanta cantaleta, los corrimos de acá. Ahora, el olor a aguas negras nos está matando. Ya van a llegar las clases y los niños tendrán que pasar por encima de toda esta pestilencia”, agregó el líder. 

El ciudadano le envió un mensaje al alcalde Andrés Fabián Hurtado, le recordó que creyó en él y le dio el voto.

La red de alcantarillado colapsó. Afecta la salud y economía de la comunidad

Espantó a los clientes 

Mavi Prada, quien lleva más de cinco años preparando y vendiendo tamales en el sector, expresó que los malos olores han espantado a los clientes: “El daño me está afectando a mí y a todos los comerciantes del sector. En diciembre hicimos los tamales en el andén, como es costumbre, pero tuvimos que regar varsol y ambientador cada rato. Hace 15 días hice 100 tamales, pero me quedaron 35. ¿Quién va a querer comer con ese olor tan maluco? Aquí hay restaurantes, puestos de comidas rápidas y muchos negocios. El daño nos está afectando también el bolsillo”, indicó. 

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