IBAGUÉ. En la iglesia María Auxiliadora de Cádiz, James despidió a su abuelo materno, Alcides Rubio Peña junto con sus seres queridos e ibaguereños que se acercaron al templo a ver al astro del fútbol.
Historia. Sobre las 11:00 de la mañana arribó el coche fúnebre con el cofre de Alcides Rubio Peña, mientras ibaguereños se aglomeraron a la entrada de la casa de Dios a la espera del volante de la Selección Colombia.
Doña Rosa Miriam Gómez, esposa de Rubio Peña ingresó a la eucaristía en silla de ruedas y acompañada de su enfermera. Uno a uno de los integrantes de la familia ingresaron a las exequias.
Cuando el sacerdote inició con el acto litúrgico, por una de las puertas laterales entró el centrocampista James Rodríguez junto con su esposa Daniela Ospina y se sentaron en primera fila al lado de su abuelita.
El esquema de seguridad se regó por toda la iglesia para evitar que le tomaran fotos al 10 del Real Madrid.
En medio de la misa, el padre recordó la forma de ser de don Alcides y le dijo a James que su abuelo era su fiel hincha. También manifestó a los feligreses que tuvieran respeto ante el dolor que la familia de Rubio Peña estaba sintiendo; sin embargo le recordó que las personas lo veían como un ídolo y un ejemplo, y tal vez por esto se acercaban a él para una foto o un estrechón de manos.
Adiós. Al finalizar el funeral, Pilar Rubio, mamá de James dio unas palabras: “Quiero agradecer en nombre de mi madre, hermanos, nietos y toda mi familia en general que hoy (ayer) nos acompañan a despedir a este guerrero. Me hubiera gustado reencontrarme con personas que hicieron parte de mi vida en otras circunstancias, pero solo Dios sabe cómo hace sus cosas. Mi papá fue un hombre guerrero, ejemplo de fortaleza y templanza. Era un ser humano bueno, con un corazón gigante, consentidor de sus nietos, siempre leal a sus amigos, si hoy la vida me pudiera dar un deseo le pediría que me diera un día completo con él para decirle que lo amo, que siempre estuvo en mi corazón, le pediría perdón porque por el afán de estar creciendo se me olvidó que él estaba envejeciendo. Me duele demasiado su partida, no por él porque sé que está descansando y seguro Dios le tiene reservado un lugar hermoso junto a él. Me duele por mí, porque sé que como hija pude haber dado mucho más de mí, que no bastaba un regalo, una llamada o un saludo. Por favor nunca dejen de decir te amo, te extraño, pero sobre todo entiendan que lo mejor que le puedes dar a los seres que amas es tiempo”, expresó la mujer.
Igualmente, la nieta, Juana Restrepo, hermana de James expresó un mensaje en medio de lágrimas que también hizo llorar al astro y dentro de su mensaje dijo: “Abuelo quizás nos hizo falta demostrarte el amor que sentíamos por ti, quizás nos faltó decirte te quiero en momentos de soledad, en una llamada cuando pasábamos días sin verte. No podemos evitar la alegría de decir que nuestro abuelo siempre fue el mismo, que nunca cambió, que siempre fue la misma persona, pero tampoco podemos evitar el dolor que sentimos de saber que ya no estás con nosotros físicamente, y es ahora cuando imaginamos y añoramos llegar a tu casa, pensar que fue una pesadilla y que estás dormido en la hamaca de mi abuela. Ahora querido abuelo vuela, vuela como vuelan los ángeles y descansa porque lo mereces, y te prometemos que siempre te llevaremos con nosotros y así tal vez puedes sentir miedo te podemos decir que todo va a estar bien porque las personas que están bien Dios las recompensa y tú te mereces el tesoro más grande del mundo y todo el cielo para ti, con amor y nuestro cariño por y para siempre tus nietos Laura, Julián, James, Juan, Luciana y Mariana”.
James salió del templo por el mismo sitio donde entró y bajo seguridad, a la par del carro fúnebre con destino al Parque Cementerio Los Olivos, vía a Buenos Aires donde se efectuó la cremación de don Alcides Rubio Peña.
